viernes, 17 de noviembre de 2006

Los curas serán padres, y si no al tiempo

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Celestina Tenerías

Muy recientemente, su santidad Benedicto XVI y los colaboradores del colegio cardenalicio que lo asesoran en su terrenal ministerio, reiteraron que el celibato sacerdotal sigue siendo imprescindible para el desempeño del oficio, tal como estipuló hace casi mil años el III Concilio de Letrán. No hace mucho también, el arzobispo de Lusaka don Emmanuel Milingo, que se permitió la osadía pese al sitial que ocupaba de acogerse por dos veces al santo sacramento del matrimonio, devolvió al Papa el documento de excomunión que el pontífice le remitió por tal motivo, inquieto sin duda El Vaticano por el ejemplo que la actitud de su díscolo pastor emérito no sólo airea sino patrocina. No en vano ex monseñor Milingo lidera la asociación Curas Casados, cuyo número de integrantes ronda según fuentes fiables los 100000, con significativas ramificaciones en Estados Unidos y en la católica Italia, y muchos de sus miembros dispuestos a seguir ejerciendo su vocación religiosa. Pues bien, hay quien pronostica, y así lo hace constar en una amena columna periodística, que no pasarán muchos años para que la curia obtenga permiso para la procreación y crianza, y hasta que se fije por parte de la jerarquía eclesiástica una cuota mínima de vástagos. Don Jorge Palacios se hace para ello una serie de reflexiones en torno al islamismo, la iglesia apostólica y romana y el crecimiento demográfico: Las solas huestes de Alá, que oran 5 veces por día mirando a La Meca, con sus actuales mil 200 millones de fieles, llevan todas las de ganar la carrera a la Iglesia y a los cristianos de todo pelaje dogmático. Además, el paraíso de Alá es mucho más entretenido que el de los católicos, dicen.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso, que den ejemplo de amor y no de pederastia.

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