sábado, 18 de noviembre de 2006

Dos meses sin rastro de Jorge Luis López

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Melibea

El día lunes 18 de septiembre Jorge Julio López salió de su casa y desde entonces no ha vuelto. Él es uno de los principales testigos del histórico juicio en el que fue condenado a cadena perpetua al genocida argentino Miguel Etchecolatz. Etchecolatz fue Comisario general de Policía de la provincia de Buenos Aires, donde se convirtió en la mano derecha del jefe de la Policía Bonaerense general Ramón Camps. En virtud de su cargo, fue responsable de 21 campos clandestinos de detención que funcionaron en la mencionada provincia, en los que fue visto reiteradamente. También fue responsable de la llamada Noche de los Lápices. El excelente diario argentino Página/12, coincidiendo con esos dos meses de extraña ausencia sin rastro del testigo, publica hoy en su sección de portada Pirulo de Tapa la siguiente nota con una cita textual de la declaración del desaparecido que, tal como se dice en el breve editorial, adquiere sesenta días después una resonancia que amplifica su siniestra literalidad:

"A la chica... hasta la habían violado los milicos y él estaba todo destrozado, la cabeza sangrando y tirado (...) y me dijo andá a reconocerla... lo que le hicimos a ella te lo vamos a hacer a vos". A dos meses de la última vez que alguien vio a Jorge Julio López, la frase, tomada de su declaración durante el Juicio por la Verdad realizado en La Plata, adquiere una resonancia que amplifica su siniestra literalidad. La propia desaparición de López, más allá de cuál sea finalmente el desenlace, se transformó en la tácita amenaza de que aquello que le pasó a él, ahora le puede pasar a cualquiera.

Es de sumo interés sobre la trascendencia de este caso -además de otros menos divulgados- y la evolución informativa que la noticia ha tenido en los medios la entrevista a Nilda Eloy de la Asociación de Ex-Detenidos-Desaparecidos, que también fue testigo en el caso de Etchecolatz. Tras la entrevista se puede escuchar parte del testimonio oral del desaparecido Jorge Luis López.

RedDiario

Crónica
TODOS JUNTOS PUEDEN OPERAR MÁS FÁCIL
Aun antes de su detención y juzgamiento, el chofer del represor Miguel Etchecolatz, Hugo Guallama, aseguró que “nos vamos a reagrupar y vamos a pasar al frente”. Al menos un aspecto de aquella advertencia se volvió cierto, ya que el ex comisario y su antiguo subordinado comparten las veinticuatro horas del día en la cárcel de Marcos Paz. Más aún, conviven con otros cincuenta protagonistas del terrorismo de Estado. Esta confluencia de ex policías y militares es motivo de preocupación en distintos ámbitos desde que empezaron a correr los días sin que el testigo Jorge Julio López apareciera con vida. El ministro de Seguridad bonaerense León Arslanian le sugirió al Ministerio de Justicia de la Nación que hiciera algo para separar a estos presos. Fue a raíz del reclamo que habían hecho varios organismos de derechos humanos. El fiscal federal Sergio Franco le pidió lo mismo al juez Arnaldo Corazza, quien investiga la desaparición de López. Y el magistrado asumió la inquietud como propia en una reunión con testigos, abogados y organizaciones sociales.
Página/12 (19-XI-06).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pinochet libre y Jorge Luis desaparecido. ¿Qué ha cambiado?

Anónimo dijo...

Suena mucho corazón en el testimonio de López. ¿Dónde su corazón?

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