viernes, 27 de octubre de 2006

Los libros de texto y la destrucción ambiental

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Félix Población

Quienes tenemos la suerte de contar con unos hijos sensibles a la destrucción ambiental, en periodo todavía de aprendizaje en la escuela primaria, sabemos hasta qué punto los libros de texto se saltan la insostenibilidad del actual modelo económico y social y pasan por alto la grave crisis que afecta a los más elementales bienes comunes que sustentan la vida en nuestro planeta.

A pesar del irrespirable y ruidoso entorno urbano que soportamos cada día en las grandes ciudades, los desastres ecológicos de los que tenemos noticia con excesiva frecuencia y las nada halagüeñas previsiones sobre nuestro más o menos mediato porvenir en detrimento de la Naturaleza, las herramientas textuales que asesoran a las jóvenes generaciones en el conocimiento desconocen esa realidad o la reducen a glosa marginal de eslogan inscrita en letra pequeña.

Según un reciente estudio verificado por Ecologistas en Acción sobre 60 libros de texto, no se establece en su contenido una relación entre la destrucción ambiental y un modelo de desarrollo en el que prima la economía monetaria y especulativa, confundiendo el bienestar social con el crecimiento económico. Tampoco se presta la mínima alusión a aquellas culturas, juzgadas por lo general como atrasadas, que históricamente han desarrollado una coexistencia sostenible con su hábitat.

Pesa sobre los libros de texto, además, el gran negocio de las empresas editoriales vinculadas a grandes medios de comunicación que extienden su radio comercial más allá del Atlántico y contribuyen a la colonización de ese modelo capitalista, en el que el PIB y las ventas de vehículos arrasan como prioridad indicativa de desarrollo por encima de cualquier otra consideración ambiental.

En razón al afianzamiento del sistema económico indivudual-consumista que esa enseñanza promueve en contra de la que se empieza a aplicar en países como Venezuela o Bolivia, los medios de comunicación vinculados a esas empresas editoriales aplican una política informativa resueltamente contraria al gobierno vigente.

Sin embargo, y pese a esa enseñanza textual carente de sensibilidad ecológica, es reconfortante asistir, como asistimos estos días, a la resistencia conjunta de todo un pueblo de Málaga, uno más de nuestro castigado Mediterráneo, que se opone a que las urbanizaciones de lujo con sus correspondientes, impertinentes e invasores campos de golf acaben con la memoria vital del agua, fértil surco de sus campos como de aquella enseñanza que sepa valorarla como la luz y el aire.

Breviario

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LA ADVERTENCIA DEL CAMACHUELO TROMPETERO
Se trata de un pájaro, emparentado con nuestros familiares jilgueros y canarios, al que un equipo de ornitólogos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha descubierto en el sur de España, cuando su lugar de siempre fue el continente africano. Dicen los expertos que esto es un síntoma de la desertización de nuestro país, por lo que esta especie de fringílido ha decidido prolongar su hábitat más al norte. Ha elegido además las provincias sureñas del Mediterráneo, donde de seguro le extrañará -por ajena a su lugar de procedencia- la longitud de vuelo sobre campos y campos de golf.
F. P., DdA.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Entre la amnesia histórica y la taruguez ecológica, nuestros niños van a ser un peligro cuando crezcan, don Félix.

Anónimo dijo...

¿No fue el rival de Bush en las pasadas elecciones el que da 10 años de plazo para que las catástrofes se empiecen a notar? Al Gore lo dice desde el país más contaminador en todos los sentidos del mundo.

Anónimo dijo...

Superficialidad, eso es lo que están haciendo de la enseñanza, falta de esfuerzo e incapacidad para la disciplina.

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