lunes, 23 de octubre de 2006

Alarma ante el viaje de Benedicto XVI a Turquía

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Félix Población

Una vez confirmado que el Papa Benedicto XVI visitará Turquía a finales de noviembre, algunos medios confidenciales no se han resistido a levantar la voz de alarma ante los riesgos que ese viaje comporta en las actuales circunstancias. Según titula hoy un diario electrónico, El Vaticano dispone de informaciones precisas que señalan la eliminación física del pontífice como objetivo de la organización Al Qaeda, al mando de su segundo el egipcio Al Zawahiri.

Cuenta además ese viaje con una serie de incentivos para fundamentar esas presunciones, al margen de los estrictamente coyunturales y propios de una situación internacional en extremo conflictiva entre oriente y occidente. No fue nada afortunada aquella cita de Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona en la que un emperador bizantino del siglo XIV glosaba a Mahoma y al Islam con las calificaciones propias de quien estaba entonces en guerra contra los musulmanes. Las disculpas posteriores del Papa hacen aún más incomprensible esa referencia en un discurso que debería haber sido elaborado previamente con suma sutileza en evitación de las más mínimas susceptibilidades.

No hace mucho, quien atentara contra Juan Pablo II, el turco Ali Agca, advirtió del alto riesgo que implica para su persona la visita de Benedicto XVI a su país, y aunque tal previsión pudiera sonar a mero afán de notoriedad, no debería desestimarse si es que El Vaticano tiene ahora informaciones que rondan esa hipótesis. También abunda en la misma, desde la ficción, una novela del periodista turco Yucel Kaya que se vende como best seller desde hace meses bajo el sugerente título Ataque al Papa, ¿quién matará a Benedicto XVI en Estambul?

No conviene olvidar, al margen de esas consideraciones más o menos oportunistas de actualidad, que también la historia juega a favor de un pontífice romano con carisma de cruzado que haga de su simbólica persona ejemplar testimonio de fe. Turquía fue, antes de la dominación musulmana, lugar previo de expansión del cristianismo, abonado con la prédica de los primeros apóstoles, y en cuyo territorio aún subsisten templos y monasterios que ilustran con sus frescos ese itinerario.

Sigo preguntándome por qué Benedicto XVI, durante su último viaje a Alemania, se permitió la confidencia de comentar o sugerir a los periodistas en el avión lo muy transitorio que será su pontificado, cuando no parece que su salud esté gravemente amenazada. ¿Se imaginan la improcedencia de una opinión similar en cualquier otro Jefe de Estado?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué es lo que sugieres que Benedicto XVI va a ser mártir?
Me parece una exageración para vender periódicos.

Anónimo dijo...

Pues un mártir de esa magnitud sí que haría conflictivas las relaciones entre las dos culturas, Bush tendría más razones para combatir al sarraceno.

Small Blue Thing dijo...

Hola, he conocido tu blog a través de A Sueldo de Moscú y me gusta mucho; tan sólo un apunte a tu inteligente comentario: "fatwa" no significa objetivo ni sentencia, es un comentario, o una "enseñanza" que sólo los ulema pueden emitir, y que NO ES VINCULANTE para los musulmanes. De hecho, la famosa Fatwa contra Salman Rushdie fue declarada anti-islámica por la Madrassa de El Cairo, la más importante del mundo musulmán, a los pocos meses de salir a la luz.

Lo cual no quiere decir, desgraciadamente, que iluminados con dinero y armas puedan decretar falsas fatwas para adoctrinar a sus adeptos.

Un saludo

Anónimo dijo...

Gracias por la puntualización. La he tenido en cuenta.

Anónimo dijo...

otra muestra mas de que el islam es una religion de paz.

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