Las cometas vuelan contra la muerte en Ramallah

Félix Población

Se llama Arofish y se dedica a pintar sobre los muros rotos de las ciudades arrasadas. El itinerario de este artista británico que utiliza el color contra las huellas de la guerra cumple ya tres años en tres saturadas rutas de barbarie. Lo inició en las calles de Bagdad y otras capitales iraquíes tras la invasión anglo-norteamericana en 2003. Ha proseguido por el derrotero de destrucción que soporta la geografía palestina y ha recalado finalmente en Beirut, donde son más recientes las cicatrices del último capítulo bélico que avergüenza a la Humanidad allá donde la haya.

Le técnica empleada por Arofish se denomina stencil y combina la propia del graffiti con la del sello para dejar cabal estampación crítica de la guerra como ejemplar abuso de la sinrazón que mueve las ambiciones de poder y dominio del Imperio. Es de suponer que al aventurarse por los intrincados callejeros de esos desolados paisajes en ruinas, al pintor británico no le faltarán ni inspiración ni motivos para gritar todo lo que la plástica aguante el reflejo de sus impresiones.

Pero lo que más me ha llamado la atención de la glosa que Arofish hizo de su trabajo al diario Clarín de Buenos Aires es la mención a los barriletes. Cuenta el artista que cuando en la ciudad palestina de Ramallah se suceden los bombardeos israelíes, las calles están desiertas como si el estruendo de los aviones dejara sin pálpito el corazón de la vida urbana. Sin embargo, mientras la metralla explota sobre los supuestos focos de resistencia que los dominadores allanan y sepultan, algo ocurre en las terrazas y azoteas de las casas cerradas a cal y canto, algo que se despliega en el aire azul como una fértil rúbrica de flameo multicolor.

Son las cometas de los niños palestinos. En sus manos está, aliado con el viento, el pulso de una comunidad que se niega a que la priven del cielo que avistan sus barriletes con el alto vuelo de su larga y pertinaz lucha. Arofish reproduce ahora esas significativas imágenes en los muros rotos de Beirut para sembrarlos de alas.

RedDiario

Artículo (07-IX-06): LAS COMETAS ALEJAN A LOS MALOS ESPÍRITUS
Los chinos llevan 2000 años haciendo cometas, que según ellos alejan a los malos espíritus. El origen se remonta a una leyenda según la cual un agricultor ató una cuerda a su sombrero para no perderlo durante una tormenta, creando así la primera cometa.
Xunhua, Argenpress