Aznar, virrey de Bush en América

Melibea

Como bien saben quienes le han tratado y reconocen sin ambages hasta los que le admiran en el feudo ejecutivo de su partido, la ambición política del señor Aznar el de las Azores va a juego con la soberbia y prepotencia demostradas a lo largo de su carrera. Por eso, no conforme con la millonaria cobranza que le retribuye don Ruperto Murdoch como asesor en su servicio imperial de prensa y propaganda, don José María ha sido nombrado recientemente presidente de la Alianza Latinoamericana de la Universidad de Georgetown. Los fines de la tal Alianza propenden teóricamente al incremento de la participación de estudiantes iberoamericanos, españoles y portugueses en la citada universidad, con objeto de aumentar la competitividad y la posibilidad de progreso en los países de Latinoamérica. El empleo encubridor de esa terminología neutra que reflejo con cursiva, deja de serlo si se recuerda la filosofía geopolítica que mueve al señor ex presidente, de quien escuchamos en su día su empeño en acabar con lo que denominó la marea populista. Para don José María, el voto democrático que ha llevado al gobierno de aquellas naciones a Hugo Chávez, Evo Morales e incluso Néstor Kirchner responde a movimientos indigenistas que son en parte marxistas, en parte revolucionarios, en parte basados en criterios étnicos, con los que no se pueden conformar sociedades modernas en el presente. Está casi de más replicar a don José María, cuya apetencia como virrey de Bush en América tiene tanto porvenir como el de su amigo, que gracias a la tutela del imperio que él representa y defiende prosperó en esa América un pasado de miseria y atraso neocoloniales a favor únicamente del progreso de sus explotadores. Lo que sí habría que preguntarle es cómo piensa evitar él and cía. esa marea votada por los pueblos que se resiten a soportar la ignominia de los viejos tiempos.