sábado, 29 de julio de 2006

La boda gay, Rouco y Gallardón: entre el mutis y la excomunión

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Lazarillo

Una vez más, una pareja de homosexuales, en la que al menos uno de los conyuges pertenece al Partido Popular, va a contraer matrimonio civil en España merced a la ley aprobada por el vigente Gobierno. Se da la singular circunstancia en esta ocasión de que el oficiante, alcalde de Madrid, es un destacado miembro de la ejecutiva del PP, para quien las leyes del Estado están para ser cumplidas, aunque su partido se haya opuesto a la que nos ocupa con la presentación de un recurso de inconstitucionalidad.

Don Mariano Rajoy y los compañeros en el aznarato genovés del señor Ruiz Gallardón guardan un significativo silencio ante la actitud de don Alberto, si bien algún diputado del partido conservador se ha permitido la ligereza de expresar que el comportamiento del señor alcalde al respecto debería tener consecuencias políticas.Y digo ligereza porque el PP no está para purgas intestinas, habida cuenta la anemia de liderazgo que padece y prueban las encuestas del CIS. Mucho menos si la reprensión va en contra de quien regenta Madrid, capitaliza el apoyo de buena parte de su ciudadanía y está en condiciones permanentes de redimir al partido opositor de su escorado y manifiesto ultraderechismo.

A falta de las admoniciones de su jefe, sin embargo, la alta jerarquía eclesiástica, en la persona del cardenal arzobispo de Madrid, se ha aprestado a recordarle a don Alberto que como creyente y practicante de la religión católica, apostólica y romana no debe asumir la condición de oficiante en una ceremonia rechazada por la institución a la que debe fidelidad y respeto.

Mucho me temo que también su eminencia debería haber evitado esa expansiva y precipitada regañina, porque si el señor alcalde de Madrid cumple con su obligación de alto cargo público y casa a los contrayentes gay en el día de la fecha, al respetable Rouco sólo le cabe hacer un mutis, que sonaría una vez más a impotencia de la católica iglesia para acercarse al mundo de hoy, o excomulgar a un señalado feligrés de su diócesis con un celo y rigor tridentinos, por lo menos.

RedDiario Actualizado

Noticia a las 14,00 horas: Y el gallardo Gallardón, pese a topar con la Iglesia, ofició la ceremonia con arreglo a la ley tal como la ley le obliga.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creí que la ceremonia la iba a oficiar el cheikh Nasrallah, de padrino Ahmedineyad y de testigos Hammas y Hezbola.
Esos si que son progres y defienden los derechos de los homosexuales, verdad?

Anónimo dijo...

Una iglesia que persigue la heterodoxia y una oposición de estilo franquista, así ya podrá el PSOE gobernar sin resistencia seria.

Anónimo dijo...

Vaya con el Lazarillo, tienes una lectores que no te mereces, amigo, yo pensaba que lo tuyo era el equilibrio y veo que no te faltan comentaristas exaltados. Saludos desde el mar.

Anónimo dijo...

Fanáticos absténganse.

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