jueves, 1 de junio de 2006

Rocío Jurado: Muerte en directo

Muerte en directo

Celestina Tenerías

Cuando tanto se habla de la eutanasia y del derecho a poner fin por propia iniciativa a una agonía sufriente o a una vida vegetativa por parte de los enfermos que las padecen, asistimos a la persecución, exhibición y raterío a través de los medios de información del término de una existencia sin que apenas medie la crítica o la vergüenza por tan deplorable acoso. Hasta ayer, los últimos días de la afamada cantante Rocío Jurado han sido morbosa e incivilmente asediados por un avispero de informadores encargados de transmitir los detalles más baladíes de la crónica de una muerte anunciada. Se me objetará que la entidad del personaje así lo requería, como si el final de Jurado fuera equiparable a la larga expectativa que presidió el del extinto Caudillo. Puede que entre los reporteros sea un argumento defendible, habida cuenta las característica rosa o visceral de sus medios, que como el personaje tenía dimensión pública, pública era la disposición al seguimiento de la noticia. Pero para quienes creemos que el Periodismo es otra cosa que hurgar o comerciar entre las partes con las interioridades de la vida y la muerte de los elegidos por el efímero relumbrón, esta Mort en Directe de la Jurado nos reactiva la repulsión inspirada por el film de Tavernier. Asco es la palabra.

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AR: Espectáculo macabro de los medios en torno a la enfermedad, agonía y muerte de Rocío Jurado. Cabría añadir: capillas ardientes, funeral, entierro y dilatadas postrimerías.

+AR: Artículo de Sergi Pamies: Había una vez un circo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y ahora no esperan las postrimerías mediáticas tras la muerte de la tonadillera. España más cañí que nunca, con el rey e Zapatero los primeros. Ele.

Euphorbia dijo...

A veces me pregunto si estos periodistas pueden sentirse realizados... si cuando llegan a casa y sus maridos o esposas o hijos les preguntan cómo ha ido el día y qué han hecho, entonces ellos les contestan: pués he perseguido a x para ver si me confirmaba que se ha separado, o bién he estado delante de la clínica de Y para ver si se moría hoy y lo podíamos pasar en directo, o bién he ido al aeropuerto a ver como llegaba z para preguntarle por su marido que le pone los cuernos y qué bueno, se ha puesto a llorar delante de las cámaras!...
Qué pena.
Pero esto es lo que hay.

Saludos,
Gemma

Anónimo dijo...

Y sin embargo, de ese oficio depende lo que se cuenta cada día en el mundo.

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