miércoles, 26 de abril de 2006

¿Será el condón motivo de cisma?

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Félix Población

Las declaraciones a L´espresso del cardenal Martini en torno al uso del condón como mal menor en los casos en que sea preciso evitar el contagio del sida han sido, sin duda, la noticia más relevante del año en el seno de la católica iglesia.

Don Carlo Maria Martini se ha permitido asimismo la facultad de expresar que es compatible el respeto por la vida con el tratamiento técnico de la fecundación artificial. También, en el caso del aborto, se ha mostrado el cardenal emérito partidario de respetar a toda persona que quizá tras mucha reflexión y sufrimiento sigue en esos casos extremos su propia conciencia.

Tan sonadas y singulares opiniones, aunque provengan del llamado ala progresista de la iglesia vaticana, han dejado sorprendidos a propios y extraños. De inmediato, en los círculos católicos, las dos vertientes en que se divide el entendimiento de la doctrina cristiana entre sus creyentes se han puesto a especular.

Los más integristas se inclinan a pensar que el criterio de Martini obedece a un punto de vista estrictamente personal, sin que el mismo pueda llegar a influir en los dogmas establecidos. En ese sentido, las manifestaciones del cardenal serían un mero acto de oposición, propio de quien apuesta por una línea más aperturista de la iglesia de Roma y es sobradamente reconocido por ello.

Ocurre, sin embargo, que en las últimas horas el cardenal responsable de Salud del Vaticano, el mejicano Lozano Barragán, ha comentado que Benedicto XVI, poco después de ser elegido, decidió la creación de una comisión para el estudio del uso del preservativo en personas afectadas por graves enfermedades. De ser así, y éste parece ser el punto de vista más común entre los sectores más progresistas de la institución, las opiniones de don Carlo Maria Martini habrían servido para desbrozar el camino de una cierta apertura al respecto por parte del actual pontífice.

No obstante, y dado que las agencias informativas y medios de comunicación más vinculados al conservadurismo católico no dejan de desmentir la existencia de esa comisión, casi cabría creer en la justificada interrogante con que titulo este artículo si se certificarse lo que el cardenal mejicano ha dicho tras lo que el cardenal emérito de Milán sostiene.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Declaraciones, desmentidos, comisiones... Como la Iglesia es eterna no les importa que pasen siglos. La situación requiere un "pontelo, ponselo"

Anónimo dijo...

El peso de los siglos la anquilosa, pero frente a ello está la vida que no cesa de darnos lecciones sobre la eterna mudanza.

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