domingo, 19 de marzo de 2006

Los nuevos aires de la presidente Bachelet



Celestina Tenerías

Estamos en el principio de una nueva e inédita gobernación en un país iberoamericano especialmente sensible a su reconducción democrática: la que inspirara una mujer en Chile, doña Michele Bachelet. El mundo es seguro que prestará la máxima atención a esta crucial y significativa alternancia en el poder. Convencidos de que la señora presidente es consciente de ello, en tan sólo siete días al frente de aquel país, Wilson Tapia Villalobos nos adelante con sugestivos trazos en porlalibre.org los primeros efluvios que marcan la diferencia. Ojalá no se trate, como también apunta el cronista, de una impresión pasajera que se lleve el viento, devolviendo la polución política a sus niveles habituales. Y como obras son amores, el tiempo apremia y las deudas sociales son muchas, las acciones directas ya están surtiendo sus primeros efectos: Bachelet parece tener claro que si veinte años son nada, cuatro representan casi un suspiro. Es con lo que cuenta para hacer las cosas que ella quiere hacer. Empezó por enviar mensajes a los sectores más desprotegidos. Y las mujeres y hombres de la tercera edad tienen hoy atención gratuita en los hospitales públicos. Esto fue casi paralelo al anuncio del reajuste a las pensiones más bajas. Es difícil que éstas lleguen a niveles adecuados. Pero, al menos, tanto viejo desesperanzado cuenta ahora con una luz para ver un poco más claro en su duro camino.

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