miércoles, 29 de marzo de 2006

El turismo con Berlusconi y la hospitalidad italiana

Félix Población

Italia ha perdido en los últimos años tres millones de turistas. Eso supone una reducción en el volumen de negocio anual que ronda los 4000 millones de euros. Los datos son dignos de consideración, máxime si se comparan con los de aquellos paises que como el nuestro no dejan de sumar visitantes en tendencia creciente.

Resulta especialmente significativo que Italia registre esta notable tendencia a la baja en expectativas turísticas cuando reune todos los atractivos históricos, artísticos y naturales que todos admiramos. Para comprender las razones, sin embargo, basta con darse una vuelta por alguna de sus ciudades y advertir el grado de abandono, desidia o indiferencia que se advierte en los establecimientos hoteleros.

El envejecimiento de las estructuras, unido al alto precio de las habitaciones y restaurantes, no constituye el reclamo más idóneo para atraer viajeros. Aquí, en el centro del país donde me encuentro -en una pequeña ciudad, además, desasistida de turistas-, el precio de un solo plato muy menguado de contenido es el equivalente al de un menú normal en España.

Pero si estos datos objetivos son fácilmente constatables, así como las tasas del IVA, que en Italia llegan al 10 por ciento frente al 8 y 7 de Grecia y España, hay algo sobre lo que he venido advirtiendo una cierta penuria entre los italianos. Tengo la sensación de que la hospitalidad también está a la baja -al menos en la parte donde resido-, como si la nación, resentida por una crisis económica ostensible, no tuviera predisposición ni ánimo para ese menester, tan indispensable para que el visitante se sienta en un entorno acogedor.

Confiemos en que los próximos comicios deparen a Italia unos resultados que favorezcan el depauperado bolsillo de la ciudadanía y, de paso, la virtud substancial y hasta substanciosa que debe honrar a un país con tantas expectativas visitables. Echo de menos aquí esa cálida hospitalidad que entre nosotros dejaron posiblemente los árabes como uno de los valores más preciados de su cultura.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Italia jubila a Berlusconi, titular del 10 de abril.

Anónimo dijo...

Berlusconi y Aznar pueden ser lo que ya son: dos caudillos salvadores.

Anónimo dijo...

Su nombre es fachas, vamos a dejarnos de bobadas.

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