El pico fatuo de Urbaneja

Melibea

Este don Fernando González Urbaneja es un periodista al ibérico modo, de los que se desentienden y evaden de los problemas más acuciantes de la profesión -explotación horaria y retributiva de los compañeros más jóvenes, prepotencia y manejo dictatorial de los líderes consagrados, varias y sutiles prácticas de censura en los Medios-, y suelta de vez en cuando una patochada como la de la corrupción en RTVE. Que pueda existir en esa casa, habida cuenta los repetidos fracasos de costosísimos programas descartados por la audiencia tras corta difusión, es algo que debería matizarse cuidadosamente a la hora de compendiar en el fiasco a la gran mayoría de profesionales no privilegiados del Ente. Todo un presidente de la Asociación de la Prensa no debería utilizar el pico con tal alarde de frivolidad para cacarear semejante despropósito. Él y todos sabemos que en RTVE hay magníficos informadores sumidos en el tedio, desaprovechados en su cometido laboral, cuyos salarios en verdad son más que discretos y a los que afecta mucho más que a don Fernando el que la gestión de la empresa no se lleve a cabo con la dignidad y eficiencia debidas. Hacen bien por lo tanto los periodistas de base de Prado del Rey en reclamar enérgicamente al señor Urbaneja las rectificaciones que su dignidad se merece. Como presidente del gremio, otros y más acuciantes problemas deberían ocupar su atención, entre ellos el de señalar las substanciosas prebendas que algunos colegas suyos, con nombre e identidad reconocibles, han gozado y gozan en la radiotelevisión pública.