ABC: Bienvenida la inteligente moderación

Celestina Tenerías

Mi respeto por el diario ABC viene de antaño. Su largo historial, la cualificación de sus brillantes colaboradores y la meritoria labor profesional ejercida a lo largo del pasado siglo merecen sin duda mayor protagonismo del que tuvo en los pasados años. El diario monárquico del viejo caserón de la calle Serrano fue devaluado en su brillo editorial por don Luis María Ansón, un excelente periodista que no supo encajar los achaques del socialismo en el poder más que con un incivil ánimo conspirador del que luego pareció honrarse. En lugar de apostar por la línea de centro-derecha liberal que prestigiara al periódico, el señor Ansón se replegó en una ofensiva de derecha montaraz que parecía remedar la del extinto diario El Alcázar. Las firmas de Campmany, Federico Jiménez y Ussía aderezaron el guiso de un potaje opinativo merecedor de nómina en el periódico de los excombatientes franquistas. Por suerte, y tras dos recientes y sobresalientes editoriales contra la cadena COPE y el diario El Mundo por su ominosa campaña de propaganda sobre el 11-M, a fin de deslegitimar las pasadas elecciones generales, ABC parece reencauzar su trayectoria por la moderación de la mano de don José Antonio Zarzalejos. Editado por Vocento, que también sigue ese principio de mesura en los restantes medios de su dependencia, sería digno de celebrar un periódico que como Le Figaro en Francia entendiese con dignidad y profesionalidad su carácter provechosamente liberal como medio de expresión. Puede que eso le reporte, además, un mayor rendimiento económico como consecuencia de su adentramiento en la actual sociedad española, muy distante de filias o fobias extremas.