martes, 31 de enero de 2006

El casto Cavaliere y el marquesado Aznar

Image Hosted by ImageShack.us

Lazarillo

A don Silvio Berlusconi le ha entrado así como por las buenas un arrebato de castidad que está dispuesto a promocionar como máximo valor electoral de su campaña. Habida cuenta la edad y funciones del protagonista, y a pesar de algún que otro lifting y un primoroso trasplante capilar que lo ha dejado mediáticamente muy lozano, la cosa no debería suponer para el primer ministro italiano una rigurosa penitencia.

La promesa tuvo por testigo al afamado telepredicador don Maximiliano Pusceddu y como escenario un congreso del partido de don Silvio en Cerdeña donde éste abogó una vez más por los valores de la familia tradicional y en contra del matrimonio entre homosexuales. A cambio de la bendición del clérigo, el señor Berluconi no tuvo reparo en prometer, hasta que no meta su papeleta en la urna el próximo 9 de abril, que no meterá.

Ignoro si tal determinación obedece a una propuesta singular de sus asesores de imagen con tal de distinguir al jefe y hacerlo más afín al electorado conservador, pero estoy convencido de que buena parte de la ciudadanía, reconocida la chispa que abona el ingenio italiano, estará a la que salta con objeto de afilar todo la chufla que la noticia comporta.

También aquí se podría hacer lo propio con la decisión del Rey de privar a don José María Aznar del título nobiliario a que tienen derecho los ex presidentes del Gobierno. Dado que el señor Aznar no deja de trabajar al frente de su Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) y que no desaprovecha ni una sola oportunidad para anunciar la desintegración de España, ya sea en conferencias, mítines, congresos, artículos, prólogos o epílogos, don Juan Carlos ha estimado a don José María como político en activo, no merecedor por lo tanto a marquesado o ducado alguno que lleve su nombre.

Es de temer, sin embargo, que la decisión del monarca no sólo se haya debido a esos filantrópicos quehaceres en connivencia con el neoconservadurismo Bush, sino al bien probado empeño tutelar del señor Aznar al frente de su partido y a las nunca descartadas y siempre amenazantes posibilidades de su retorno efectivo a la vida pública.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Le auguro éxito electoral a Berlusconi. Lo de Aznar a su lado va a ser una derrota dulce. Esa huelga de pito es una derrota anticipada.

Anónimo dijo...

Lo que debería prometer Berlusco es un cenobio para purgar sus pecados.

Anónimo dijo...

Postula lo que El Vaticano sin saber que el sida es él.

Publicar un comentario