martes, 13 de diciembre de 2005
REDdiario:
Las verdades de Harold Pinter
Celestina Tenerías
La presencia en Europa de la secretaria de Estado de la administración Bush, Condoleeza Rice, coincidió con la repercusión pública del agudo discurso del dramaturgo británico Harold Pinter con motivo de la concesión del Premio Nobel de Literatura 2005. La señora Rice representa la política del fraude, el engaño y el desprecio a los derechos humanos, vulnerados reiteradamente en las cárceles secretas y no secretas de la CIA. Sobre esa política de la mentira acaba de darnos el presidente norteamericano un balance probablemente a la baja de víctimas civiles: 30.000 han sido los muertos ocasionados por la invasión y conquista de Irak. Frente a eso, Harold Pinter ha elaborado un texto crítico que ha prestado al mundo los titulares de lo que el mundo empieza a saber pero pocas veces adquiere caracteres de cabecera informativa en la órbita mediática occidental: A EE.UU. le importan un bledo las Naciones Unidas y la legalidad internacional, y tiene su propio perrito faldero, la patética y supina Gran Bretaña. Pinter fue muy directo en el diagnóstico al referirse a la estrategia de conquista made in USA: La invasión directa de un estado soberano nunca ha sido el método favorito de Estados Unidos. En la mayoría de los casos, han preferido lo que ellos han descrito como “conflicto de baja intensidad”. Conflicto de baja intensidad significa que miles de personas mueren pero más lentamente que si lanzases una bomba sobre ellos de una sola vez. Significa que infectas el corazón del país, que estableces un tumor maligno y observas el desarrollo de la gangrena. Cuando el pueblo ha sido sometido - o molido a palos, lo que viene a ser lo mismo – y tus propios amigos, los militares y las grandes corporaciones, se sientan confortablemente en el poder, tú te pones frente a la cámara y dices que la democracia ha prevalecido. Esto fue lo normal en la política exterior de Estados Unidos durante los años de los que estoy hablando. El discurso completo merece una atenta lectura y una no menor recordación.
2 comentarios:
Bravo, se puede decir más alto pero no más claro. Desde el misterioso asesinato de Kennedy la democracia estadounidense está moribunda.
Mientras haya voces como la de Pinter, la Humanidad tiene posibilidades de enmienda. Larga vida a la inteligencia.
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