martes, 13 de diciembre de 2005

Periodistas y peperos, crispados crispadores

Félix Población

Según una encuesta elaborada por la cadena SER, el respetable público -se supone que el proclive a ese medio radiofónico, inclinado como se sabe al centro izquierda- reprocha a los políticos del partido opositor y a los periodistas en general el enconado clima de crispación que con creciente incidencia se viene dando en la lid política.

Pese a que ese balance de opinión pueda datar de un sector ideológico bien definido, sus consideraciones se atienen a una lectura cabal de la trayectoria que el Partido Popular viene describiendo desde que se supo perdedor por sus propias culpas en las pasadas elecciones generales.

Eso no hay quien lo niegue, a no ser que comulgue por militancia o muy comprometida simpatía con las tesis conservadoras. En esa afilada disposición de criterio están, naturalmente, los medios de información adscritos al círculo de influencia del PP, que no son sólo los que batallan con el descaro de sus proclamas antisocialistas, sino otros muchos que de un modo más o menos inteligente pero también ostensible aprovechan la más mínima ocasión para proveer el rumor, el bulo o la intemperancia a propósito del más mínimo desliz gubernamental.

No hay día que en los llamados medios confidenciales, así como en otros también electrónicos muy vinculados con la profesión periodística, se amague con alguna noticia en pro del hallazgo de alguna falla relevante en la gestión del actual Gobierno, bien sea de tipo administrativo, político o personal. Se nota en la redacción y diseño de esa información una cierta añoranza por aquella otra tenaza mediática con la que la oposición obsequió a don Felipe González hasta el acabamiento de la primera etapa socialista.

Los tiempos son otros, sin embargo, y aunque ese tipo de periodismo pueda resultar en principio vendible, a la larga -si no hay materia mollar con la que rellenarlo- acaba por hartar. Tanto o más que la vigente política de bronca de quienes podrían ser sus beneficiarios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La peña de gacetilleros antipsoe no se desmontó después del advenimiento de Aznar. Esa gentecilla estaba a la espera de un cambio de tornas para volver con la misma estrategia. Hará bien Zapatero y los suyos en una tarea de gobierno intachable porque a la mínima vuelven las dentelladas. La amenazada unidad de España no cuela como chantaje para el voto. Necesitan más leña para aviovar el fuego y sólo estarán pendientes de eso en los próximos años.

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