jueves, 29 de diciembre de 2005

La sinrazón de Anson

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Lazarillo

A don Luis María Anson se le reconoce en el gremio como maestro de periodistas, sin que tal título sea indicativo de dignidad ética, pues antes que él lo obtuvieron otros colegas que la tenían muy rebajada. Son cosas de una profesión en la que esas delicadezas no hacen escuela. Mucho menos en unas circunstancias como las actuales, con el oficio más preso que nunca de muy sectarios intereses.

Los del señor Anson están a sueldo del aznarato genovés, sobre todo desde que su patrono Lara lo apeó del timón de La Razón y don Luis María ejerce como artífice ideológico mayor del Grupo Intereconomía. Esa nueva dedicación no le impide, sin embargo, mantener su diaria sección en el periódico aznarita, que bajo el epígrafe de Canela Fina suele abundar en el desatino, para mayor desprestigio de quien mantuvo en el pasado una cierta dignidad profesional.

No cabe calificar de otro modo los reiterados y descomedidos ataques al señor Presidente del Gobierno por parte del señor Anson. Basándose en la polémica iniciativa del Consejo Audiovisual de Cataluña, que para don Luis María es un retorno a la censura franquista, el ilustre académico se permite el dislate de comparar al señor Rodríguez Zapatero con el extinto Caudillo.

El propio título de la columna recurre a un amarillismo falaz impropio de todo un señor académico de la Lengua, para quien esas gruesas futilidades de aprendiz de redacción deberían quedarle mucho más allá del olvido. Titular de su puño y letra Zapatero regresa a la dictadura franquista es cuando menos una pueril bajeza profesional, injustificable en quien tantos meritos reúne a lo largo de su currículo.

Se puede estar en contra como periodista de los propósitos del CAC y mantener la más firme y dura de las críticas, pero recurrir a tan personalizados venablos con tan inadmisibles argumentos es más propio de quien, una de dos, o se ha enajenado como profesional víctima de las consignas, o roza en las vísperas del arrabal de senectud las taras de la demencia senil.

ND.-Más detalles del artículo de don Luis María en El Plural.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿No lleva acento Ansón? ¿O es que se lo ha quitado? Estos académicos deberían vigilar más la lengua y dejar de mirarse en el ombligo de su nombre.

Anónimo dijo...

Algo debe de haber de uno y de lo otro. Sería recomendable que Anson se retirara del mundanal ruido y se dedicara a sus memorias.

Anónimo dijo...

El señor Anson, con o sin acento, ha sido un gran profesional y lo sigue siendo, lo que pasa es que ahora los progres como ustedes le dan por facha por defender la unidad de España y una rientación de pensamiento contraria al social-nacionlismo de ZP. Hablen de otras cosas porque es inútil criticar con malas artes a quien tiene demostrado de sobra sus méritos. Hala, a mamarla.

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