Melibea del Huerto
Es el caso que una de estas pasadas noches, tras la conferencia del señor Durao Barroso en la Fundación FAES, don José María Aznar invitó al presidente de la Comisión Europea a un afamado restaurante ubicado en los aledaños de la puente de Segovia. El Landó, que así se llama el cenador, es un lugar muy frecuentado por la clase política, gustosa siempre de los deleites del buen yantar. Pues bien, y según cuenta El Confidencial Digital, en el momento en que el ex presidente acompañaba al dirigente portugués a la calle para despedirle, una solícita comensala del establecimiento se permitió expresarle a don José María su añoranza, a lo que el señor Aznar replicó consolándola con la garantía de un próximo regreso. Aunque tal se refería a su pronto retorno al restaurante, como luego ratificó el propio ex presidente ante su rendida fan -dando una muestra más de la sutiliza de su ingenio-, la anécdota es fiel reflejo de la apetencia, como toda la ejecutiva del PP sabe y su fidelidad testimonia.
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