Celestina Tenerías
El equipaje con el que suele viajar don Eduardo Galeano es el debido a su oficio de aventador de palabras: libros, ideas, frases para engarzar la vida con la obra de un mundo mejor. Puede que esas armas de convivencia no sean las más adecuadas para transitar por un país que siembra con otras de destrucción masiva la sinrazón de su imperio. Quizá por eso, ante el peso de tantísimas razones como don Eduardo llevaba en sus maletas, fue registrado su equipaje en el aeropuerto de Miami la noche del Día de los Muertos. La comunicación al efecto por parte de las autoridades advierte lacónicamente: Su maleta ha sido elegida para la inspección física. Durante la inspección, la maleta y su contenido pueden haber sido revisados en busca de objetos prohibidos. Como no podía ser menos, el escritor uruguayo glosa el episodio con la penetrante sutileza que le caracteriza.
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