martes, 15 de noviembre de 2005

La pasta del Estado, la bulla de la Iglesia

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Félix Población

La vicepresidenta doña Teresa Fernández de la Vega habló ayer en la SER mucho más claro de lo que acostumbra. Hasta la fecha, las relaciones entre el gobierno y la católica iglesia estaban veladas por un mutuo recelo en las confesiones. Lo que ahora queda en evidencia es lo presentido más que lo explícito. Nuestros monseñores están a la gresca porque ven próximo el acabamiento de los fondos que les suministra el Estado.

Según dejó dicho ayer doña María Teresa, estos asuntos ya han sido debatidos entre las dos partes y los obispos han observado un interesado silencio. No los comentemos -parece que se propusieran-, no vaya a ser que se entienda como interesada nuestra resistencia. Pero tanta guerra por todo, con dos presencias en la calle en treinta años de democracia, era muy significativa.

Está escrito hace más de 25 años que la iglesia apostólica y romana en España ha de autofinanciarse. Los privilegios que se le han dispensado hasta ahora responden a unos acuerdos preconstitucionales inadmisibles y a una cierta deferencia o prevención por parte de todos los gobiernos que en España han sido hacia la confesión mayoritaria de la ciudadanía. En buena lógica, esas prerrogativas, que se han mantenidas durante excesivo tiempo, es hora de que se adapten a lo estipulado en un régimen aconfesional.

Como se dijo en DdA hace unos días, y a acaba de ser confirmado ahora en los medios, la señora Fernández de la Vega dejó por escrito al secretario de Estado de la Santa Sede, en su reciente visita, puntos muy explícitos de las relaciones entre la iglesia y el Estado. A juzgar por sus declaraciones a la SER, es obvio que el de la autofinanciación figuraba, por serlo, entre los fundamentales.

Nada sabemos de las comunicaciones entre El Vaticano y la Conferencia Episcopal Española tras la visita de la señora vicepresidenta, pero es significativa la ausencia de casi todos los obispos en la manifa contra la LOE del día siguiente. ¿Será que la Santa Sede aconseja comedimiento a sus pastores ante la inminencia de un órdago a la financiación por parte del gobierno? Es probable. También podría serlo que la admonición vaticana afectase a los amotinadores de la Cope.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Permíteme que lo dude, compañero. Al Fede no lo quitarán. A lo sumo le recortarán el pico. La pasta cuenta también en la radio y está ganando mucha ese desgraciado con tanta caña bruta.

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