martes, 25 de octubre de 2005

La soledad suicida de los ancianos

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Félix Población

El profesor José Luis Sampedro, longevo escritor de éxito, acaba de publicar un nuevo libro que esta vez no ha escrito sino dictado a viva voz. Las cualidades para el oficio le permiten al ex catedrático de economía ese privilegio. Como además la materia del mismo es su propia vida, la fluidez literaria no habrá sido excesivamente costosa para quien la disfruta casi como don.

El libro se titula Escribir es vivir y en el mismo se sostiene que la vejez puede ser dichosa, como sin duda respira la vitalidad del propio autor. Para ello sólo se requieren medios económicos y una cierta cultura, afirma don José Luis. Ahí es nada, estimado profesor. Cita usted dos logros harto infrecuentes en la ancianidad y me va a permitir que le añada un tercero, la compañía, que sin duda tiene un valor prioritario y esencial y a usted acaso se le haya pasado por darla por supuesta.

Precisamente hoy nos ha llegado la noticia de que la cifra de suicidios al año entre las personas mayores ronda en España el millar. También sabemos que un 22 por ciento de los ancianos soporta la soledad en nuestro país. Si a eso añadimos la primacía que nuestra sociedad otorga a los valores de la juventud y la creciente marginalidad a que se somete a los abuelos en todos los ámbitos de la vida pública, el resultado de esa soledad suicida -con ser grave- puede parecer incluso corto.

El problema afecta por lo general a toda la sociedad europea, donde también se da un alto índice de ancianos suicidas, pero su incidencia en la nuestra puede resultar más grave dado su creciente y acelerado proceso de envejecimiento. Tal como se llega actualmente a la llamada tercera edad, estimado profesor, la vejez no sólo no es dichosa sino que en un 22 por ciento al menos de los casos puede ser extremadamente triste.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues sí que es gracioso el Sampedro, como que su situación es la general entre los viejecitos con bajas pensiones, mucha soledad y unos políticos que sólo los recuerdan en elecciones.

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