La bravata del lehendakari

En todo este follón montado en torno al proyecto de ley del Estatut de Cataluña, del que se está sirviendo la oposición al gobierno en todos sus frentes para clamar por la España una y acaso única -la suya-, faltaba la voz del fibroso lehendakari, el mismo que hace meses presentó un plan independentista ante los señores diputados. De resultas del mismo, el señor Ibarreche perdió votos en las elecciones autonómicos y aquello quedó dormido por respeto a la resta sufrida en las urnas. Pues bien, don Juan José acaba de aprovechar el ruido ambiente para sentenciar en RNE que sólo habrá Estado español si queremos las naciones que lo formamos. Ante semejante bravata sólo cabe precisar que eso no le corresponde ni a las naciones, ni a los países ni a lo que usted guste apelar como representante de un partido al que quizá quisiera más en su línea. Sólo le compete a la voz y al voto en libertad y sin miedos ni coacciones -como hasta ahora no ocurre en su País Vasco, señor Ibarreche- de todos los ciudadanos de ese Estado.