miércoles, 14 de septiembre de 2005

Don Mariano Rajoy, con el futuro a la espalda

Félix Población

Ha transcurrido ya año y medio desde que el Partido Popular perdiera las elecciones de 2004. En todo ese tiempo, tal parecía que su propósito fundamental era adelantar las próximas con una política tan resentida de fundamento como de despecho por la derrota. Ahora habría que presumir que don Mariano Rajoy ha recapitulado y piensa por fin en el futuro. Eso les ha dicho a sus huestes en la última convocatoria, con la vista dirigida a las citas de la municipales de 2007 y las generales del año siguiente.

Llama la atención que esa llamada al porvenir se haya producido en un momento en que don Mariano está de capa caída en las encuestas. El 55 por ciento de los consultados desestima su gestión, mientras que ese mismo porcentaje valora positivamente la del presidente del Gobierno. Semejante descalabro no se debe únicamente a que don José Luis Rodríguez Zapatero haya sido un dechado de virtudes, pues hay motivos para disentir de alguna de sus actuaciones, sino a la propia trayectoria desde la oposición del señor Rajoy.

Don Mariano ha sido hasta ahora un delfín de don José María Aznar, colocado a dedo al frente de su partido por el ex presidente de la nación y respaldado en esa misión por hombres de la vieja guardia en el aznarato que, como el mismo don Mariano, no eran los más idóneos ni los más competentes para relanzar al PP desde la siempre incómoda travesía de la oposición.

A lo largo de estos meses, las únicas observaciones sagaces y con lúcida perspectiva de futuro han procedido de quienes en el Partido Popular vigente, acogido a la sombra de don José María, no cuentan al día de hoy con especial significación para ese porvenir. El señor Ruiz Gallardón hizo la crítica en el congreso nacional hace un año y desde entonces no ha vuelto a decir ni pío. El señor Piqué se refirió a la necesaria renovación este verano y casi tuvo que pedir disculpas.

No se puede hablar de futuro cuando se soporta en la espalda un pasado y una estrategia contraria al clima social en que se desenvuelve el nutrido electorado de centro que abastece la tendencia de voto menos ideologizada de la ciudadanía. No se puede hablar de futuro dependiendo de un ex presidente del Gobierno que, como tal, no debería denigrar en el extranjero, a la más mínima ocasión, al gobierno que sus compatriotas han elegido democráticamente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como siga cayendo en Picado Rajoy, lo probable es una escisión en el PP. Las municipales serían decisivas si no estuvieran tan lejos.

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