viernes, 1 de julio de 2005

Campos de golf para un turismo refalfiau

Celestina Tenerías

Los lectores de esta discreta y modestísima Bitácora disculparán que esta servicial zurcidora de glosas utilice su bable natal para definir un concepto. No encuentro otro que mejor cuadre con el turismo de lujo que se quiere fomentar en nuestra costa mediterránea, ya suficientemente atiborrada de taras contranaturales. El calificativo del epígrafe responde al sentido que en castellano puede tener algo mimado en exceso y se lo leí a mi estimado Ladis, veterano columnista de La Nueva España, con ocasión del megaproyecto golfista que se prepara en las tierras de nuestro levante.

Allí, en el próximo decenio, está previsto que se diseñen noventa campos de golf (90), que unidos a los ya existentes completarán un total de 112 entre las tres provincias valencianas. Añádase a ese largo centenar los que se tienen en agenda más abajo, en la región de Murcia, que serán 38, como si en la cabeza de sus promotores, con tal de llenar las arcas, anidara el bárbaro descomedimiento de trocar hectáreas propias del clima mediterráneo en verdes campiñas atlánticas. Y eso, a costa también, como repetidamente fue denunciado, de atentar contra los espacios naturales para facilitar la expansión de las grandes urbanizaciones y las roturaciones en pro de los cultivos de regadío.

Será desproporcionado e irracional el consumo de agua que toda esa ingente pradería del green comporte. Calculan los expertos en planificación hidrológica que sólo en Murcia, con esos 38 nuevos campos de golf, se precisarán casi 20 hectómetros cúbicos de agua, la quinta parte del consumo de una ciudad como Zaragoza.

Así las cosas, se me antoja muy suave el calificativo de mi apreciado colega Ladis. Más que refalfiau ese turismo debería ser radicalmente desechable por prescripción facultativa de la lógica y la naturaleza.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡¡Es usted una antiespañola, una socialmasona y una malnacida, señorita Tenerías!!!!

¡¿Pero qué tiene usted contra que los ricos nos divirtamos como nos dé la gana, siempre dentro del buen gusto y sin entregarnos ni a la sodomía ni al caos espiritual, a ver, tia gorda?!

Lea, lea a los verdaderos pensadores españoles y deje de decir tonterías: http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_25860.html

Anónimo dijo...

Ni por pienso.

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