sábado, 2 de julio de 2005

Breviario:
La ola perdida de Mundaka

El vals de las olas

Celestina Tenerías

Esta vieja amiga del mar, paseante de playas y vigía de horizontes desde su niñez cántabra, tiene hoy un hondo pesar por la ola perdida de Mundaka, en el litoral vizcaíno. Nadie sabe cómo, si por un mal dragado, por el caprichoso azar de los vientos o por la fiebre de la Tierra, pero en esa esquina de la mar de mi infancia y mocedad se ha extraviado una ola y el asunto preocupa a lugareños y oceanógrafos. Más que nada porque tan singular desaparición es motivo de perplejidad y a Mundaka, además, acuden cada año los surfistas europeos para patinar llenos de sutil equilibrio en los rizados pálpitos de espuma que mueve el aire. Esa convocatoria congrega en el pueblo, de apenas 1.800 habitantes, una afluencia de visitantes muy nutricia que no se puede esfumar así como así porque se haya diluido en la nada el sonoro perfil y ágil rastro de una ola. El maestro descriptor de esa alígera danza, el excelente fotógrafo Edu Bartolomé, perdería en Mundaka una valiosa pauta para seguir inscribiendo los primores de su objetivo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pocas imágenes más refrescantes se pueden encontrar como la de Edu Bartolomé. Para mí ha sido todo un descubrimiento que acabo de comprobar en Internet.

Lazarillo dijo...

Lo mismo digo.

Anónimo dijo...

Frescor total, tíos.

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