Lazarillo
Ayer, mientras una parte de la órbita mediática abusaba de la manifa de los obispos contra un derecho civil y democrático, con el antes y después de la convocatoria a todo pasto en las emisoras audiovisuales afines, este país tenía motivos para alentar un mejor porvenir sin parar mientes en esa oscura fiebre retrospectiva. ETA acababa de emitir un segundo comunicado, tras el difundido hace un par de días, en el que anunciaba el fin de la violencia contra todos los electos de los partidos políticos de España.
La noticia, ya que andamos con los curas a rebato, no es para echar las campanas al vuelo, pero resulta mucho más comprometida con la perspectiva de paz que la oferta de negociación deducible del primer mensaje. En aquél estaba a expensas de una contrapartida, la del derecho de autodeterminación, algo que no figura en éste, al menos a priori y en el primer lead servido por las agencias, a falta de la correspondiente lectura del contenido completo del comunicado.
El que haya habido dos textos distintos en un plazo tan corto de dos días es algo que, por inusual y por lo que en ambos se dilucida, no debe escapar al examen de los observadores. Se podría pensar que ETA pretendiera sondear la reacción política con la primera propuesta, aunque eso parece poco verosímil. Quizá la banda no tenga clara en este trance la estrategia a seguir. Acaso haya en la organización armada posturas diferentes y cada comunicado obedezca respectivamente a una y otra.
Lo único que no admite apenas dudas es que ETA, como consecuencia de una meritoria acción policial y judicial a lo largo de los últimos años, se halla en el mejor momento para desistir de su currículo de sangre y que al gobierno de España le toca la nada fácil papeleta de acabar, en esta nueva coyuntura, con esa infausta trayectoria. Ha de hacerlo, por supuesto, sin que ni uno solo de los objetivos políticos de los etarras obtenga, por dejar las armas, lo que las armas trataron de forzar.
¿Estamos ante el principio del fin? Aún es pronto para saberlo, pero los indicios nunca nos lo presagiaron tan próximo ni tan posible.
2 comentarios:
Pienso que este segundo comunicado de ETA rebaja sus aspiraciones. Puede que haya un tercero. La banda trata de sentar a negociar al gobierno. Si no lo consigue, puede que acabe aceptando la rendición. Si no se produce esa rendición expresa, el gobierno de debe hablar con ETA. Este verano va a ser de transición, con alguna bombita que otra. Si el gobierno no mueve ficha, ETA volverá a hablar. Y si la mueve el gobierno y no nos enteramos, también ETA volverá a hablar, puede que para dejar las armas.
La noticia es buena, sobre todo porque rectifica el primer comunicado. ETA no está para chulerías y el gobierno puede permitirse jugar en firme.
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