Celestina Tenerías
Como con el ríspido Rouco, a quien debe la pública expresión de sus fobias, don Federico el de la Cope sigue en onda con el risueño Blázquez el de Bilbao, al que todos imputaban, no sin exceso de candidez, un cierto talante conciliador. A Jiménez también lo mima -por gustoso y unánime acuerdo con su colegas para la renovación de contrato del insidioso radiofonista- el actual presidente de la Conferencia Episcopal. Faltaría más con Ratzinger en el solio de Pedro. Esta Iglesia es de piedra y pétrea se muestra al latido de los tiempos porque su sensibilidad se embotó en el dogma. En nombre de la familia, se condenan nuevas formas de familia, unidades de convivencia y afecto, comentaba ayer Rivas en El País.
Mientras los obispos apuestan por cebar las ansias de esa audiencia extemporánea que jalea el verbo montaraz del vocinglero gárrulo turolense -en contra de los principios conciliadores del mensaje evangélico-, los católicos progresistas de Atrio, un portal web a tono con la vida, apelan a la objeción de conciencia ante la nueva cruzada impuesta por la jerarquía eclesiástica. Alegan que la ejecutoria de sus superiores “no se deriva de las enseñanzas del evangelio, sino de una determinada ideología eclesiástica”.
En su manifiesto, “Non possumus” (léase “no podemos obedecerles”), consideran que la postura de los obispos ante la nueva regulación del matrimonio es inaceptable pues obedece “a motivos pseudoevangélicos, limita la autonomía de la vida política y propone una desobediencia civil”. En el texto en cuestión, que han suscrito ya más de quinientos creyentes, se argumenta que “el matrimonio es una institución jurídica, una construcción humana, que puede y debe evolucionar para acomodarse a los nuevos modos de entender la vida social”. El Evangelio de Jesús, recuerdan los promotores “no propone un modo de regulación jurídica sino un principio de respeto a la dignidad e igualdad esencial de toda persona humana, dejando al Cesar lo que es del Cesar”.
Las instituciones humanas no son inmutables para los redactores de Atrio, y recuerdan que “la jerarquía católica, durante muchos siglos, aceptó la esclavitud”, así como el Syllabus de Pío IX contra las libertades políticas, que prohibía a los ciudadanos italianos participar en el nuevo Estado porque éste había usurpado los “sagrados derechos temporales del pontífice romano”. Consideran que llamamiento a rebato de los obispos en contra de la ley que regula el matrimonio homosexual en España “es irresponsable y antievangélico”, así como una ingerencia inadmisible “tanto si se ha formulado motu proprio como si se ha hecho al dictado de Roma”. Se puede hablar más alto -que falta hace frente a tanta algarada ultra-, pero no más claro.
5 comentarios:
La iglesia de base cada día está más alejada de la jerarquía, y me pregunto quién está minando más su autoridad, si los que la cuestionamos o quienes la ejercen faltando a la caridad y a la empatía.
Y la poesía, mientras tanto, nos une y nos salva.
Un abrazo
Tampoco es desorbitado pensar en la posibilidad de un cisma si siguen así las cosas, que parece que seguirán.
Bien eco, Celestina ina ina...
vocinglero gárrulo turolense es un aplativo un tanto suave, tengo un amigo que le cuesta mucho levantarse por las mañanas y a optado por poner a la COPE para despertarse. Dice que ahora se levanta raudo y veloz, pero eso si, con un humor de perros.
Duplicar la dosis puede se ya la de dios. Pero lo hay que sí y no son fachas. Sólo por morbo. De veras.
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