viernes, 20 de mayo de 2005

El silencio de ETA

Félix Población

A pesar de los bancos de niebla que el PP quiere levantar en torno a la propuesta del gobierno -el diálogo con ETA previa rendición de la banda-, coincido con el Sindicato Unificado de Policía cuando afirma que la resolución aprobada en el Congreso contiene las condiciones más exigentes que se han planteado nunca a la organización terrorista. El aserto, formulado por una asociación que representa a un cuerpo duramente castigado por la criminalidad etarra, es digno de la máxima consideración. Denota, en la voz de uno de los colectivos más afectados por la violencia, el clima social de alentadoras expectativas que los representantes parlamentarios han suscrito para llegar a la paz.

En las actuales circunstancias, los señores Bono y Rodríguez Ibarra son muy libres de responder con gruesos calificativos a don Arnaldo el batasuno. Sin duda se los merece, aunque quizá no sea el mejor momento para andar a la greña provocadora, por insultantes que resulten las admoniciones de Otegui pretendiendo marcar la hoja de ruta.

La oferta del gobierno, refrendada por la mayoría de los diputados excepto los del Partido Popular, no invita a ETA a dialogar para llegar a una tregua, como ocurrió en el pasado, del que el señor Aznar reniega. Se llegará a la palabra cuando callen las armas. Por silenciar la barbarie clama la sociedad española y empecinarse en oscurecer esa iniciativa con interpretaciones reviradas, como hace el PP, es ir contra corriente.

Lo que sí vendría bien es interpretar el silencio de ETA, qué se cuece en la banda y aledaños, seriamente debilitados en los últimos tiempos por la acción policial. Lo más previsible y deseable es que su determinación vacile aquejada por su anemia y que, lograda con artería la representación en el Parlamento de Vitoria, acaso haya llegado la hora de hablar sin la enseña homicida del gatillo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Casi me atrevería a asegurar que lo único que va a proponer ETA es una de sus treguas para recomponerse un poco. O sea que no hay que levantar la guardia por mucho que prometa. El gobierno no ha de aceptar por eso una tregua, sino la rendición total.

Anónimo dijo...

Muy señor mío: vengo leyendo su Blog desde hace unos días y coincido con muchos de sus puntos de vista. Me parecen en la mayoría muy prudentes y atinados.En lo que hace a ETA yo creo que el gobierno del señor Zapatero tiene que tener alguna garantía de que ETA está contra las cuertas para actuar como actúa. Esa promesa de diálogo por rendición es muy fuerte sabiendo que el enemigo puede aprovechar la oportunidad para hablary entre tanto reforzarse. Yo que Zapatero intentaría atraer al PP al consenso en lo que hace a la seguridad del Estado. Atentamente

Anónimo dijo...

De lo que pase con ETA en los próximos meses va a depender el futuro del PP y del PSOE como partidos alternantes en el poder. Tal y como va la cosa, Zapatero juega fuerte, pero Rajoy ha jugado aún más fuerte porque está solo en el Congreso. La partida no va a tardar tardar en decidirse.

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