viernes, 8 de marzo de 2013

CHÁVEZ Y ARAFAT, DOS LÍDERES MOLESTOS

Félix Población

Hay una pregunta a la que no he podido dejar de darle vueltas a raíz de haber visto la fotografía que ilustra el artículo de Jaime Richart en este mismo número de DdA, esa multitudinaria manifestación de venezolanos concurriendo como un gran río humano al cortejo fúnebre del fallecido Hugo Chávez, comparable a la fila de siete kilómetros de ciudadanos que quieren ver por última vez la imagen de su presidente antes de su inhumación. Ante una y otra evidencia de estima y hasta fervor popular cabe preguntarse, primero, cuándo se volverá a dar en la historia de aquel país o en la de otro cualquiera una tan masiva expresión de dolor como la que se está viviendo estos días en Caracas. ¿Alguien se imagina algo así en la vieja Europa? Claro que para hacerme esa pregunta he tenido que complementarla con una observación que resulta obligada respecto al protagonista: su fallecimiento por enfermedad le sobrevino siendo primer mandatario de aquella república, algo que no suele ocurrir en la historia contemporánea de las naciones cuando se trata de un Jefe de Estado menor de sesenta años. Solo recuerdo unas parecidas circunstancias en el fallecido presidente de la Autorida Nacional Palestina, Yasser Arafat, que también fue masivamente llorado por su pueblo, aunque en la hora de su extraño y nunca aclarado óbito -sobre el que se ciernen especulaciones que hablan de envenenamiento a cargo de agentes del Mossad israelí- tenía 75 años. Ambos presidentes, Chávez y Arafat, coincidieron también en ser muy molestos para quienes en 2004 y 2013 los han preferido y prefieren ver como hoy están, admirados por sus pueblos pero muertos.

PUNTOS DE PÁGINA
La entrevista que Gabriel García Márquez le hizo a Hugo Chávez en 1999  
En 1999, poco antes de que Hugo Chávez Frías asumiera como presidente de Venezuela, Gabriel García Márquez lo entrevistó en un avión durante un viaje de La Habana a Caracas. A medida que charlaban, el Nóbel colombiano fue descubriendo una personalidad que no se correspondía con la imagen de déspota que tenía formada a través de los medios. Existían dos Chávez. ¿Cuál era el real? Un perfil del presidente que se hizo militar para jugar al beisbol, que recitaba de memoria poemas de Neruda o Walt Whitman y murió de cáncer a los 58 años. @Sociología Crítica


DdA, IX/2326

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://www.diario-octubre.com/2013/03/09/los-asesinos-de-chavez-tienen-nombres-y-apellidos/

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