martes, 29 de julio de 2025

DEL INMENSO VALOR DE LA CAPACIDAD DE REÍR COMO SÍNTOMA HUMANO

 


José Ignacio Fernández del Castro

«Quizá me equivoque, pero tengo por seguro que se puede conocer a un hombre por su modo de reír: si la risa de un desconocido nos resulta simpática, podemos afirmar que aquel hombre es bueno.»
Fiódor Mijáilovich DOSTOYEVSKI (Moscú, Imperio Ruso, 30 de octubre, calendario Juliano/ 11 de noviembre, calendario Gregoriano, de 1821 - San Petersburgo, 
28 de enero, Jul./ 9 de febrero, Greg., de 1881. 
Memorias de la casa de los muertos (1862).

Es difícil conocer a quienes nos rodean, incluso a las personas más cercanas y de trato cotidiano... Afortunadamente, los seres humanos no suelen perder la capacidad de sorprendernos. Y, por eso, debemos acudir a signos externos para valorarlos.

La risa, la capacidad para reírse del mundo y de uno mismo suele ser un buen síntoma... No es que el reírse de todo nos garantice la bondad del riente (en realidad, la bondad o maldad de la gente es una categoría moral y por tanto, como diría cualquier marxista ortodoxo, meramente superestructural, simple reflejo legitimador en la conciencia de las propias condiciones materiales de la existencia). Pero sí es, sin duda, una orientación útil para “saber a qué atenernos” la que aconseja desconfiar de quien sea incapaz de tomar la suficiente distancia con respecto al mundo y a sí mismo como para poder reírse… ¡Y a fe que en días como estos, en los que el cielo que cubre mi vivienda habitual se ve atronadoramente perturbado por los vuelos rasantes de unos cazas McDonnell Douglas EF-18 “Hornet” y Eurofignter “Typhoon” que, aparte de derrochar tres mil litros de combustible por hora de vuelo cada uno, ofenden con su mera presencia cualquier sensibilidad humanitaria en estos tiempos de bombardeos genocidas sobre tanta gente indefensa, no es fácil despertar la suave curva de una mínima sonrisa!.
Pero, en fin, lo cierto es que la incapacidad para la sorna y el sarcasmo suele aparejar una pérdida de cualquier deseo de sorpresas (de sorprender y de ser sorprendido) y asentarse sobre una preocupación algo enfermiza por el bien propio. Y, ¿puede considerarse esa la mejor carta de presentación para una amistad?. Afortunadamente, a reír también se aprende (lo hizo hasta el taciturno Dostoyevski). Y riendo también se aprende.

 GRITOS CON CITA Y GLOSA (XXXVII)    DdA, XXI/6056

ESTOY CON EL ARZOBISPO DE SANTIAGO, SI FEIJÓO QUIERE DEROGAR LAS LEYES "SANCHISTAS"


Si el arzobispo de Santiago de Compostela reprochó a Feijóo sus políticas para el futuro, consistentes según éste en eliminar las leyes aprobadas bajo la presidencia de Pedro Sánchez (con Unidas Podemos en el gobierno, principalmente, algo que el autor no menciona), hay que estar de acuerdo con el prelado y pedirle a la izquierda plural que evite un gobierno que se cargue lo hasta ahora conseguido.

Miguel Lucas

Venimos diciéndolo por las redes pero quien mejor reprochó a Feijóo sus políticas de posible futuro fue el arzobispo de Santiago. Ya no por las palabras que dijo sino también por quién y dónde las expresó. Todo tiene su significado.
Y esto viene a cuenta de que el líder del PP no aprende ni quiere aprender. Ayer volvió a decir que no es presidente porque no quiere utilizar "atajos". No nos explica cuáles son esos atajos pero en la rueda de prensa de ayer sí expuso un programa electoral que consiste en derogar las leyes "sanchistas". Es paradójico que Feijóo le reprochara a PS que no haya legislado y aún así propone en exclusiva un programa basados en liquidar las supuestas no leyes de PS.
El programa de Feijóo en las próximas elecciones será publicar en el BOE la eliminación de las leyes aprobadas por los gobiernos de PS y volver a la situación anterior. En resumen, sería así:
1. Revertir la subida de las pensiones, hoy de acuerdo con la subida del coste de la vida por ley.
2. Rebajar el SMI a los 700 euros de antes.
3. Volver al impuesto sol.
4. Derogar las ayudas al transporte de los jóvenes.
5. Impuestos al recibo de la electricidad y suspensión de la singularidad ibérica.
6. Volver a los contratos temporales y al 20 % de parados.
7. Rebajar los permisos de paternidad a como estaban con Rajoy.
8. Derogar la legislación de igualdad y de matrimonios del mismo sexo.
9. Eliminar los impuestos a las eléctricas y a la banca y subir el IVA como hizo Rajoy
10. Suspender la ley de amnistía (con esta no se atreverán, solo lo dicen ahora de boquilla).
11. No reconocer a Palestina y apoyar el genocidio de Netanyahu.
12. Semana laboral de 40 horas , ¿para qué tanto descanso?
13. Derogar el gasto en becas y las ayudas a los universitarios, los no contratos a los becarios y reducción de las ayudas a la investigación.
14. Apoyar los aranceles y políticas de Trump
15. Elevar el gasto militar al 5%.
16. Eliminar el decreto sobre la muerte digna.
17. No ayudar a los enfermos de ELA
18. Sustituir la España plural por la de "unidad de destino en lo universal.
19. Quitar las diez semanas de permisos parentales pagados y exigidos por Europa y por la que estamos multados.
20. Todo se resume en restituir la supuesta España apocalíptica y rota por la España de Rajoy y de Aznar aderezada con las aportaciones xenófobas, antifeministas y franquistas de Vox.
Con ese programa le pido a Sánchez que cumpla con el mandato constitucional y a la izquierda plural que no permita que este Feijóo pueda llegar a gobernar. Estoy con el arzobispo de Santiago: "es inaceptable".

DdA, XXI/6056

AMOS GOLDBERG HACE UN AÑO: LO DE GAZA ES UN GENOCIDIO Y NO CABE EL SILENCIO


El autor escribió el artículo hace un año, pero la autoridad de Goldberg, como estudioso del Holocausto en la Universidad Hebrea de Jerusalén, hace que el valor del texto siga siendo incuestionable y digno de difusión en esta Europa a los pies del socio de Israel en el genocidio contra el pueblo palestino.

Amos Goldberg

Mi nombre es Amos Goldberg. Soy profesor israelí de estudios del Holocausto en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Durante casi 30 años, he investigado y enseñado sobre el Holocausto, el genocidio y la violencia del Estado, y quiero decirle a cualquiera que me escuche que lo que está pasando ahora en Gaza es genocidio. Hace un año, cuando sucedió el 7 de octubre, como todos los israelíes, me quedé sorprendido. Fue un crimen de guerra y un crimen de lesa humanidad. 1.200 personas —más de 800 de ellos civiles— murieron en un solo día. Los niños y los ancianos estaban entre los tomados como rehenes. Comunidades enteras fueron destruidas. Fue indignante, traumático, personal. Como la mayoría de los israelíes, conozco gente que fue asesinada, que perdieron a seres queridos o cuyos seres queridos fueron tomados como rehenes. Pero inmediatamente después vino la respuesta de Israel, y en pocas semanas, miles de civiles murieron en Gaza. Me llevó un tiempo. Digerir lo que se estaba desarrollando ante mis ojos era agonizante para enfrentar esa realidad. Estaba reacio a llamarlo genocidio. Pero si lees a Raphael Lemkin—el jurista polaco-judío que acuñó el término "genocidio" y fue la fuerza motriz detrás de la Convención sobre el Genocidio de la ONU de 1948-, lo que está pasando hoy en Gaza es exactamente lo que tenía en mente cuando habló de genocidio.

No tiene que parecerse al Holocausto para ser genocidio. Cada genocidio es diferente. No todos implican el asesinato de millones o el exterminio total de un grupo. La Convención de la ONU establece explícitamente que el genocidio es el acto de destruir deliberadamente a un grupo, total o parcialmente. Esas son las palabras. Pero debe haber una intención clara, y de hecho, hay indicios claros de la intención de destruir Gaza. Los líderes de Israel, incluyendo el Primer Ministro, el Ministro de Defensa, muchos oficiales militares superiores, figuras de los medios, rabinos y soldados, han sido muy explícitos sobre lo que querían lograr. Ha habido incontables incitaciones documentadas para convertir Gaza en escombros, y afirma que no hay gente inocente viviendo allí. Una atmósfera radical de deshumanización de los palestinos prevalece en la sociedad israelí. En un nivel que no puedo recordar en mis 58 años viviendo aquí.

Ahora esa visión se ha materializado. Decenas de miles de niños, mujeres y hombres inocentes han muerto. Más de 100.000 han sido heridos. Hay una destrucción casi total de infraestructura, hambre intencional y un bloqueo de la ayuda humanitaria. Hay fosas comunes y pruebas fiables de ejecuciones sumarias—niños disparados por francotiradores. Todas las universidades y casi todos los hospitales han sido destruidos. Casi toda la población está desplazada. Ha habido numerosos bombardeos contra civiles en las llamadas zonas seguras. Gaza ya no existe. Está completamente destruido. Por lo tanto, el resultado encaja perfectamente con las intenciones declaradas del liderazgo israelí.

Lemkin, el erudito que acuñó el término "genocidio", describió dos fases del genocidio: el primero es la destrucción del grupo aniquilado; el segundo, lo que llamó la imposición del estándar nacional del autor. Ahora estamos presenciando esa segunda fase, mientras Israel prepara zonas de limpieza étnica para los asentamientos israelíes. Y así he llegado a la conclusión: así es exactamente como se ve el genocidio. No enseñamos sobre genocidio para reconocerlo retrospectivamente, sino para prevenirlo y detenerlo. Pero, como en cualquier otro caso de genocidio en la historia, actualmente nos enfrentamos a una negación masiva, tanto aquí en Israel como en todo el mundo. Pero la realidad no se puede negar. Así que sí, es genocidio. Y una vez que llegas a esa conclusión, no puedes permanecer en silencio.

DdA, XXI/6055

EUROPA HA DECIDIDO MATARNOS DE VERGÜENZA

Aquí una amiga, una esclava, una sierva, repitió nuestra lideresa Ursula von der Layen ante el señor naranja antes de firmar un amistoso acuerdo comercial consistente en que los europeos pagaremos un 15% por vender nuestros productos en suelo norteamericano, mientras ellos introducirán sus productos en a coste cero, gratis, libres de tasas. Félix Maraña lo ve así: No quiero que se desmayen,/ pero la dueña de Europa,/ se ha desnudado de ropa./ Censuren a Von der Layen,/ y con sus iras explayen/ el malestar ciudadano./ Úrsula entregó su mano/ al dueño de medio mundo,/ ese miserable inmundo,/ demente, iluso, inhumano. Y así lo ve Tecé en CTXT:


Gerardo Tecé

En la barra de un bar hay un chino brindando por liderar el comercio mundial y un estadounidense que responde que su país es la gran potencia armamentística. En una mesa cercana, un brasileño presume de economía emergente, un africano de que su joven continente es el futuro y una persona de Oceanía se muestra orgullosa por liderar la lucha más importante del momento, la climática. ¿Dónde está el chiste? En Europa. En la nada más absoluta. En un continente que pudo habernos hecho sentir orgullosos y que decidió matarnos de vergüenza.

Pudiendo haber sido referencia mundial en estado del bienestar, en Europa decidimos apostar por el capitalismo que defendía los derechos de las grandes empresas mientras se recortaba lo público. Pudiendo mirar por encima del hombro al mundo en defensa de los derechos humanos, nos pusimos a subcontratar los servicios de dictadores para reprimir la inmigración que no queríamos ver. Si la estrategia fallaba, era simple, mirar para otro lado mientras el Mediterráneo se convertía en un cementerio gigante. Pudiendo ser referentes en derecho internacional, Europa sigue meditando, a día de hoy, si 70.000 inocentes asesinados en Gaza, quizá, tal vez, quién sabe, suponen algún tipo de vulneración de alguna cosa. Habrá que seguir estudiando este asunto con calma. Con la misma calma con la que Europa se va yendo por el retrete.

Cuando la autohumillación parecía no poder llegar más lejos, llegó la foto de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, claudicando ante el mayor esperpento político del siglo, Donald Trump. Aquí una amiga, una esclava, una sierva, repitió nuestra lideresa ante el señor naranja antes de firmar un amistoso acuerdo comercial consistente en que los europeos pagaremos un 15% por vender nuestros productos en suelo norteamericano, mientras ellos introducirán sus productos en Europa a coste cero, gratis, libres de tasas. Un win-win, calificó la mar de satisfecha Von der Leyen el acuerdo, y razón no le falta. Es cierto que Trump, tirando sorprendentemente de exquisita diplomacia, ni le había gritado ni le había escupido en la cara a la presidenta. El psicópata de Washington puede volver a casa con la cabeza bien alta porque nos ha humillado más de lo que ya estábamos. Y la cosa no quedó en el 15 a 0 con Ursula de portero. ¿Recuerdan el urgente y necesario rearme europeo?

Bien. Quienes nos repitieron que era necesario que Europa invirtiese en armamento porque así dejaríamos de depender militarmente de Estados Unidos se comprometen ahora a comprarle 600.000 millones de dólares en equipamiento militar a… Estados Unidos. Las risas se han escuchado hasta en Wisconsin. Pero en Wisconsin, Wisconsin, me refiero a pleno casco viejo. Y cuando las agujetas provocadas por tanto jijí y tanto jajá empezaban a resultar insoportables, llegó lo mejor del acuerdo: el epígrafe energético. Europa, el mismo continente contra el que Estados Unidos reconoce que atentó destruyendo en 2022 el gasoducto energético Nord Stream, se compromete a comprarle al autor del atentado energía por valor de 750.000 millones de dólares en los próximos años. Si llegamos a saber la buena acogida que tuvo nuestra iniciativa hubiéramos hecho explotar vuestros gasoductos mucho antes, pensó Trump, pero no llegó a verbalizarlo porque, hasta para él, la humillación tiene sus límites. Sentir vergüenza por lo propio cuando al otro lado de la mesa estaba Donald Trump no era una tarea sencilla, pero se ha conseguido. Enhorabuena a todos los europeos.

CTXT DdA, XX/6.055

LAS ABUELAS HERMANAS DE TURCIA



Félix Población

No sabemos el año en que se hizo esta fotografía. Podría ser tanto antes como después de la guerra de 1936, mal llamada civil, al parecer porque aquello de guerra de liberación nacional no le gustaba a Fraga de cara a Europa. Lo de civil lo concertó según cuentan con el historiador del viejo régimen Ricardo de la Cierva, y ahí sigue, empleado por unos y otros. Tampoco le valía lo de cruzada, como nombró la obispalía aquella tragedia. Ese conflicto cruel tuvo el efecto de llevarnos al tiempo en que la imagen de estas ancianas podía ser tanto de la posguerra como de algunos decenios antes. Algunos conocimos en nuestra temprana niñez y aún después, en alguna aldea más o menos perdida de Asturias, a unas abuelas como Felicidad, Maximiza y Modesta, que así se llaman las tres hermanas de la instantánea, a las que había que añadir en la misma familia a Macarena y Matilde, naturales todas de la localidad leonesa de Turcia. Hay ocasiones en que una imagen lo dice todo y es una lección de historia, con las particularidad de que esta pertenece a la historia silenciada. Parece como si las tres abuelas hermanas de Turcia se hubieran hecho esa instantánea para decírnoslo todo de su vida como reflejo de la de tantas mujeres de los pueblos y aldeas de aquel país atrasado y pobre, de cuyos vientres muchos provenimos. Estas fotografías dan visión y voz a la intrahistoria que no se suele estudiar en los libros de historia. No deberían desconocerlas las jóvenes generaciones. Tampoco ese alto porcentaje de jóvenes votantes de la extrema derecha. Me han entrado ganas de visitar el pueblo de las tres hermanas y observar esta fotografía en el mismo escenario donde vivieron su existencia, un municipio de casi un millar de vecinos, en el valle del río Órbigo, caracterizado -según Google- por ser o haber sido una de las zonas de este país con mayor producción lúpulo, por el monocultivo de la remolacha azucarera y el coto pesquero de sus truchas. Con sus hombros y espaldas vencidos por los trabajos y el tiempo, sus manos curtidas en las labores del campo y de la casa, sus sayas, delantales y pañuelos en la cabeza, las tres abuelas iluminan con la expresión de sus miradas el fondo de sus vidas para que las leemos con el respeto y admiración que merecen cuantos nos precedieron en la lucha por el pan. A Maximiza parece que lo de la fotografía la hizo buscar la risa de su niñez y mocedad lejanas, mientras sus dos hermanas aceptan con conformidad la instantánea. Puede que tras ellas, en ese fondo neblinoso, se escuchara el discurrir de las aguas de los varios ríos que  contribuyeron al nacimiento y existencia del municipio y sus tierras, labradas de sol a sol cuando el sol marcaba los trabajos de los días.

DdA, XXI/6055

lunes, 28 de julio de 2025

EL PRECEDENTE DEL GENOCIDIO POR HAMBRE EN GAZA ESTÁ EN EL PLAN BACKE NAZI DE 1941

El Gobierno Netanyahu está aplicando una política de genocidio por hambre en Gaza -escribe los articulistas- , que viola los principios del derecho humanitario y de la Carta de Naciones Unidas. Es un crimen contra la humanidad y un crimen de guerra. Con una diligencia humanitaria sorprendente, el chef José Andrés, después de muchos meses de hambre en el territorio, se muestra dispuesto a una colaboración solidaria desde World Central Kitchen. El  precedente de este genocidio por hambre en Gaza está en el “Plan Backe”, formulado por primera vez el 2 de mayo de 1941 en el marco de la Vernichtungskrieg (guerra de exterminio) nazi contra Europa del Este y la URSS. Su objetivo era crear una hambruna que matase entre 31 y 45 millones de personas, población considerada excedente.



Dicen que desde las playas de Egipto, las más cercanas al litoral gazatí, hay gante solidaria que lanza botellas con provisiones para el pueblo palestinos (harina en este caso), por si las corrientes marinas pueden vencer el ignominioso bloqueo de alimentos, agua y medicinas que el gobierno genocida de Netanyahu impone a la población de la Franja de Gaza.


Gustavo Buster , Miguel Salas* 

El pasado 24 de julio, el ministro de herencia del gobierno Netanyahu, Amichay Eliyahu, declaró en una entrevista de radio que el objetivo que perseguían era la expulsión de la población palestina de Gaza y que Israel no tenía la menor obligación de alimentarla. “Ninguna nación alimenta a sus enemigos”.  Aunque el gobierno israelí no hizo ninguna declaración al respecto, su embajada en Washington aseguró que estaba proporcionando ayuda “con determinación y compromiso”.

Como se puede conocer por la prensa internacional y el dossier que publicamos en SP, esta afirmación es completamente falsa. El Gobierno Netanyahu está aplicando una política de genocidio por hambre en Gaza, que viola los principios del derecho humanitario y de la Carta de Naciones Unidas. Es un crimen contra la humanidad y un crimen de guerra.

Las declaraciones reiteradas en este sentido de los ministros de extrema derecha israelíes como Bezalel Smotrich o Itamar Ben Gvir, que se pueden consultar en internet, no dejan tampoco lugar a dudas. Ni existe la menor duda a nivel internacional de que esta política genocida esta siendo aplicada sistemáticamente desde el bloqueo de toda la ayuda humanitaria y la prohibición de ejercer su mandato a UNRWA entre marzo y mayo de este año. El plan israelí-estadounidense, que se podría llamar el “Plan Fundación Humanitaria Gaza” (PFHG), ha sustituido cientos de puntos de distribución y almacenes de UNRWA en Gaza por media docena de puestos armados por mercenarios contratistas de EEUU y las FDI que arrojan los suministros del Fondo Mundial de Alimentos a una población desesperada mientras es tiroteada por francotiradores.

El director de UNRWA, Philippe Lazzarini, lo ha definido así: “La gente de Gaza no está ni viva ni muerta, son cadáveres andantes”.

Emanuel Ringelblum, resistente judío contra los nazis, escribió en noviembre de 1941: “La mayoría de la población —y no sólo los más pobres— carece incluso de un vaso de agua hirviendo”. ¿Qué diría hoy de los dirigentes del gobierno de Israel?

Y el secretario general de NNUU, Antonio Guterres, ha vuelto estos días a exigir un alto el fuego y la entrada de los 6.000 camiones con ayuda humanitaria bloqueados por Israel en la frontera con Egipto para su distribución por UNRWA y otros organismos de NNUU. 25 países han hecho una declaración en el mismo sentido y más de 100 ONGs se han manifestado de igual manera. La respuesta de Netanyahu, después del fracaso de las negociaciones en Qatar con EEUU y Hamas, ha sido que los países árabes podían lanzar ayuda humanitaria en paracaídas sobre Gaza.

Desde el comienzo de la guerra de Gaza y la aplicación del plan de limpieza étnica y genocidio, con el desplazamiento del 80% de la población y la destrucción sistemática de edificios e infraestructuras, el control de la ayuda humanitaria ha sido un elemento central de dicho plan. Se han orquestado vías marítimas, lanzamientos aéreos, todos fracasados, porque la única estructura sobre el terreno capaz de distribuir ayuda humanitaria es UNRWA. E Israel quiere acabar con UNRWA porque es la incubadora de los servicios sociales de un Estado Palestino. El hambre se utiliza para desplazar por enésima vez a la población palestina desesperada y concentrarla en una “zona humanitaria” que no llega al 10% del territorio de la Franja, que ya sufría uno de los índices de densidad de población más altos del planeta. Qué ocurrirá después, si se utilizará el hambre para expulsarlos a Egipto o acabar con ellos en este campo de exterminio, es aún una incógnita siniestra por despejar del gobierno Netanyahu.

Todo esto es evidente y se ha explicado por los organismos internacionales reiteradamente. Y las consecuencias deberían ser un aumento de las sanciones, el embargo total de armas, la denuncia del Acuerdo de Asociación de Israel con la UE y el aislamiento internacional del estado genocida.

Llegados a este punto, no hay más remedio que recordar los precedentes de este genocidio por hambre en Gaza. No es otro que el “Plan Backe”, formulado por primera vez el 2 de mayo de 1941 en el marco de la Vernichtungskrieg (guerra de exterminio) nazi contra Europa del Este y la URSS. Su objetivo era crear una hambruna que matase entre 31 y 45 millones de personas, población considerada excedente, y alimentar sobre el terreno a la Wehrmacht. El Plan fue diseñado por Herbert Backe y concretado por Hans-Joachim Riecke. La enormidad del plan hizo imposible su aplicación plena, pero sus efectos se pudieron experimentar en el cerco de Leningrado, en el que murió de hambre 1 millón de sus habitantes, y los campos de prisioneros del Este, donde perecieron mas de 3,3 millones de personas por desnutrición, además de 600.000 judíos de los ghettos, solo en Polonia. A mediados de 1941, los alemanes en el Este recibían 2.613 calorías, frente a las 699 de los polacos y las 184 de los judíos. La violencia masiva para la requisición de alimentos en las zonas rurales se acabó combinando con los fusilamientos masivos, con el despliegue de los Einsatzgruppen, pero la enormidad de la tarea acabaría desembocando en los campos de exterminio nazis. El ejecutor del Holocausto nazi, Heinrich Himmler, declaró: “Ya es hora de reunir a esa chusma en guetos, y luego introducir la peste y que la diñen de una vez”. Lo que los nazis hicieron con el pueblo judío los gobernantes israelís lo están haciendo con el pueblo palestino.

Mas de 100.000 niños, de ellos 40.000 bebés, morirán en los próximos días si no entra la ayuda humanitaria de UNRWA en Gaza. Ya han muerto 59.700 habitantes de la Franja y otras 144.477 han sido heridos, 7.485 mientras intentaban recoger comida para sus familias en los puestos de la Fundación Humanitaria Gaza. El verano de 2025 puede pasar a la historia como el del genocidio por hambre de Gaza.

Parar el genocidio se ha convertido en un imperativo moral del que depende la legitimidad del sistema multilateral, de la Carta de Naciones Unidas, del derecho internacional. Hay que pararlo como sea y llevar a sus responsables ante los tribunales, ampliando las causas ante la CIJ y la CPI, como se hizo en Nuremberg.

Los buitres empresariales siguen haciendo negocio en Palestina, lo hacen y tienen planificado hacerlo aún más en el futuro. El genocidio es una oportunidad de negocio. La relatora especial de las Naciones Unidas sobre los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese lo ha dicho reiteradamente: “El genocidio en Gaza no ha cesado porque es lucrativo. Es rentable para demasiadas personas”.

Marek Edelman, resistente judío en el levantamiento del gueto de Varsovia en 1943, escribió años después: “El Holocausto no es verdad que fuera un asunto de esos cien o doscientos mil alemanes que tomaron parte personalmente en el exterminio. No, fue un asunto de Europa y de la civilización europea, que crearon las fábricas de la muerte. El Holocausto es una derrota de la civilización. Y por desgracia esa derrota no se acabó en 1945. Tanto es así que, muchas de las cosas que suceden a día de hoy vienen de la conciencia construida desde entonces: desde el desprecio de la vida humana. Y, por supuesto, del miedo”.

Hace 85 años la humanidad miró hacia otro lado ante el holocausto nazi. ¿Haremos lo mismo ante el genocidio palestino?

“Ve y róbate el último pedazo de mi tierra,

abandona mi cuerpo joven en mazmorras,

saquea mi herencia,

quema mis libros,

alimenta tus perros con mis peces,

ve y esparce tu red de espanto

sobre los techos de mi aldea,

enemigo del hombre,

no habrá tregua

y habré de pelear hasta el fin,

así apagues tus fuegos en mis ojos,

así me llenes de angustia,

así falsifiques mis monedas,

o cortes de raíz la sonrisa de mis hijos,

así levantes mil paredes,

y clavetees mis ojos humillados,

enemigo del hombre,

no habrá tregua

y habré de pelear hasta el fin”.

Samih Al-Qassem (poeta palestino de nacionalidad israelí)

   
Son miembros del comité de redacción de Sin Permiso.
DdA, XXI/6054

GIJÓN-LUGO: DOCE HORAS DE VIAJE EN 24 HORAS

Se refiere Ángel a las comunicaciones en el norte de España, tanto hacia hacia oriente como hacia occidente, cuando se carece de vehículo propio o se desiste de utilizarlo, pero otro tanto ocurre en las mismas circunstancias con las comunicaciones dentro de una misma comunidad autónoma mal llamada Castilla y León, donde lo que le ha pasado a Fernández Costales entre Asturias y Galicia puede ocurrir entre dos provincias no contiguas del citado territorio.


Ángel Fernández Costales

El pasado martes, 22, me fui a Lugo en una de esas escapadas que, a veces, hacemos o hago. En este caso solo. Como no iba a ir en coche, decidí coger el ALSA que, desgraciadamente, como ya no había asientos en el de la siete de la mañana que va por Ribadeo y que tarda, "grosso modo", tres horas, tuve que ir en el de las ocho que va por León y Ponferrada, además de otras trece paradas con su entrada a cada sitio. Total, lo que estaba programado para cinco horas y media, resultó que entre en Lugo a las catorce, o sea, seis horas. Al día siguiente, vuelta por la mañana, con salida a las diez y media y llegada a Gijón a las cuatro pasadas. Total doce horas de viaje en veinticuatro. El caso es que si hubiera querido ir en tren, debería ir hasta Madrid para transbordar a otro ferrocarril hasta Lugo y echar un día. Me imagino que habrá mucha gente con la circunstancia que no va en coche (dos horas simplemente) porque no tiene o porque no le apetece. Se nos llena la boca con el AVE (me perece muy bien) pero seguimos estando tercermundistas hacia occidente y hacia oriente (del que ya hablé en otras ocasiones que, también y mucho, son territorios muy naturales comerciales y sentimentales. No voy a hablar del mal o nulo funcionamiento del FEVE en esta, su principal autonomía, pero sí digo que cuando se estornuda en Atocha, Sans o Santa Justa, por mentar tres nombres parece que se acaba el mundo. ¡Qué desgracia! Y seguimos con la estación provisional de hace quince años. Me queda la satisfacción de haber comido magníficamente bien en Lugo, en mi apreciado Campos pero, eso sí, en la ciudad han subido los precios del carajo la vela. Saludos varios para esta autonomía de dos y un tambor pero mal avenidos.

DdA, XXI/6054

MÁS DE 330.000 PERSONAS SIN PESTAÑEAR EN EL FESTIVAL ÁÉREO DE GIJÓN


Lazarillo

Nos viene a decir Juanjo Arrojo que casi nadie se libró en Asturias del estruendoso espectáculo durante tres horas y media del Festival Aéreo de Gijón, que ahora llaman Festival de Cielo como si se tratara de un espectáculo de astronomía en una noche silente, si esto fuera posible en Asturias como lo es en el alto y limpio cielo de la comarca leonesa de Babia. No es que se hubiera dado cita en la playa de San Lorenzo de la villa asturiana todo el vecindario residente en la región, a más de los turistas que la visitan, es que, para quienes no asistieron en vivo y en directo al desfile aéreo de aviones de guerra, la TPA, la televisión pública del Principado de Asturias, a sueldo de todo, transmitió el evento por sus dos canales, según Arrojo. Con ello demostraron quienes la dirigen que, aparte del enchufismo y la programación basura que se emite, esa directiva no parece que tenga luces para nutrir con un mínimo de calidad y dignidad lo que ofrece a diario, repetitivamente tedioso y hasta chabacano en algunos casos desde hace años. Los periódicos regionales dicen que al festival asistieron más de 330.000 personas, todas con la vista en el cielo, sin pestañear. ¿Será esta una nueva propuesta para el Guinnes World después de la del escanciado de sidra en el arenal gijonés? La vicealcaldesa las llamará señas de identidad cultural, como el cachopo.

DdA, XXI/6.054

EL LIBRERO AMBULANTE DE CIUDAD JUÁREZ: DAR HISTORIAS ES RECIBIR HUMANIDAD



Ankor Inclán

Luis Felipe Carrasco tenía 58 años y un carrito oxidado de supermercado donde llevaba algo extraño para las calles de Ciudad Juárez: Libros. Libros de todo tipo: novelas viejas, cuentos infantiles, poemas, historietas. Cada mañana, salía con su carrito lleno de páginas usadas, y lo estacionaba en la esquina de un parque. Ponía un cartel escrito a mano, en cartulina gastada: “No es un negocio. Si quieres leer, llévate uno. Cuando termines, devuélvelo o pásalo a alguien más.” No cobraba nada. No anotaba nombres. No pedía datos. Solo confiaba. —“La gente necesita historias más que cosas”—decía Luis Felipe. Había crecido sin libros. De niño, leía los envoltorios de los chicles y los anuncios del periódico. Por eso, cuando empezó a juntar libros donados o encontrados en el tianguis, decidió hacer algo distinto: compartirlos gratis. A veces, alguien tomaba un libro y nunca lo devolvía.
No importaba. —“Quizá se lo quedó porque lo necesitaba”—decía sin enojo. Otros regresaban semanas después con los ojos brillosos: —“Ya lo terminé, don Luis. ¿Tiene otro?” Así, sin saberlo, Luis Felipe Carrasco construyó una biblioteca ambulante sin paredes. Un día, un muchacho subió una foto a redes: El carrito lleno de libros, el cartel escrito a mano y Luis Felipe sonriendo, como si llevar cultura por la calle fuera lo más normal del mundo. La imagen se hizo viral. Miles de personas compartieron el mensaje: “Ojalá todos los barrios tuvieran un Luis Felipe Carrasco, que en vez de vender, regala puertas a otros mundos.” Hoy, en esa esquina del parque, la gente ya sabe: Si quieres leer, busca al hombre del carrito. Si quieres olvidar un rato las noticias tristes, agarra un libro. Y si no tienes dinero, no te preocupes. Luis Felipe siempre dice lo mismo cuando alguien le pregunta cómo puede confiar tanto: —“Porque cuando uno da historias, recibe humanidad.”

DdA, XXI/6054

EL PIERNAS DE LA MANCHA



Félix Maraña

Soy el piernas de La Mancha,
soy apenas un quijote
para unas piernas de zote,
así, mi memoria ensancha,
protege mi pierna ancha
del enemigo en la guerra.
No habrá rincón en la tierra
que pueda con mi armadura,
mientras me crea en locura
quien lo desconoce y yerra.
Quien necio piensa y se aferra,
guiado de lenguas malas,
quien da a la mentira alas,
mientras la verdad destierra.
Quien hace la vida perra
y endurece su andadura,
es quien padece locura
y a ésta le llama sueño.
Será dislate pequeño
pero merma su hermosura.
Me considero ese piernas
que en las tardes del teatro
tiene espectadores cuatro,
y por unas luces tiernas
tropieza por las tabernas,
títere de poca monta,
pero levanta y remonta
y cumple con la función.
Cuando se baja el telón
el aplauso es lo que importa.
Por carecer de quijote
en la batalla, en Lepanto,
vi con horror, con espanto,
por eso tengo ese mote,
y fui curado a peyote.
Desde entonces soy el manco
de Lepanto, ese vivanco
que sufrió cuando perdía
el brazo que presumía
pero tiene el otro franco.
Con este brazo y la pluma
de ave, tal vez milano,
he sacado de mi mano,
con relativa fortuna
una novela oportuna
para celebrar mis sueños.
Y mi enemigo, risueño,
lanza críticas y puya,
esperando se destruya
mi novela en el empeño.
No hay enemigo pequeño,
se sabe desde la cuna,
porque escrito está en la luna,
hombres de peludo ceño
son tontos por más empeño
de su madre ya en el parto.
Y, mi señor, estoy harto
de aquesta zalamería,
creo en la caballería
cuyas ideas comparto.
Sé bien que mis ideales,
me han procurado alegrías,
ilusión para esos días
en que te vencen los males,
mas si te empeñas tú sales
y la luz corre en tu ayuda
y la verdad se desnuda
para deshacer entuertos.
Es la verdad de los muertos
que se manifiesta cruda.
Ya vendrán tiempos mejores,
con otros aires sin dueño,
que la vida no es un sueño,
por más que tantos horrores,
causados por mil errores
aparezcan en el mundo,
ya lo diga Segismundo,
cualquier otro personaje.
Estamos y en este viaje
puedes rey o vagabundo.
Si te llagan con espinos
en las piernas y en las manos,
si pudren y sus gusanos
corrompen tus intestinos,
si con buen trago los vinos
no te salvan porque curan,
si unos caldos te procuran
fuerzas para remontar,
no debes desesperar
porque mejora aventuran.
[Quijote: "Hombre que actúa anteponiendo sus ideales a su interés y en defensa de causas que considera justas"].

DdA, XXI/6054