jueves, 11 de diciembre de 2025

SOBRE LA MENSAJERÍA DE LETRINA DE RODRÍGUEZ Y SUS EFECTOS EXPANSIVOS


Félix Población

Rodríguez quiere erigirse en servil recadero de su exjefe Aznar el las Azores y las patrañas que costaron trágicas guerras de invasión y siguieron a los atentados más sangrientos de nuestra historia. El que pueda hacer que haga, dijo el taciturno expresidente al que sus falacias volaron el bigote, y Rodríguez no deja de hacer según el estilo tabernario y baladrón que le caracteriza. Para ello utiliza un lenguaje simple de gamberro en bruto, como si para su oficio de asesor de una presidenta ignara -a la que pretende comparar con el presidente del gobierno de la nación con intención de sustituirlo-, fuera el empleo del insulto y la amenaza lo que más juego le da para ganarse el voto retrógrado. Leer el último tuit de este personaje indecente denota hasta qué punto su celebración de la sentencia que condenó al Fiscal General del Estado es, al mismo tiempo, un reflejo de a qué tipo de individuos puede satisfacer semejante desaguisado jurídico, el más grave episodio que ha tenido lugar en este país desde el intento no del todo fracasado de golpe de Estado de 1981. Si por instigación de su exjefe, quien maneja al antojo de este a la presidenta del gobierno autonómico de Madrid se retrata de este modo -rastrero y chulesco -, habrá que preguntarse por lo que este tipo puede llegar a expresar en venideros mensajes, contribuyendo con ello a seguir dando la falsa impresión de que la crispación política va in crescendo, cuando ese nefasto caldo de cultivo tiene hasta ahora a esa derecha extrema y a la extrema derecha como actores estelares: "Estás hundido. Eres un dictador. Hoy tendría que caer tu gobierno. Solo hay que ver tu cara: Ayuso te gana de largo: Tú no puedes salir a la calle: a ella la admiran. Tú y tu familia y tus adjuntos vais Pá'lante", escribió el tal Rodríguez, y como desde determinados medios, que no son sólo los de la derecha y la ultraderecha, este tipo de escritura de lodazal sigue dando lectores, la mierda discursiva de este sujeto cunde y se expande, cuando lo que a mi juicio debería primar es la elusión de semejante gargajeo insidioso en esos medios de información. Basta con que las redes se atoren con toda la porquería que genera esa mensajería de letrina. El periodismo comprometido con los valores democráticos no debería servir de cauce a quienes con declaraciones de esa guisa no dejan de poner en riesgo esos valores. Si el hartazgo de esta basura es general y no hay ya marcha atrás, como leo en el diario Público, algo deberían hacer en contra este y otros medios para intentar al menos no seguir contribuyendo a ese hartazgo. Desde luego, darle resaltada primacía de portada, no, porque Rodríguez habrá disfrutado con la publicación a lo grande de una más de sus deyecciones. Un excelente profesional como Manuel Rico sabe que los tuits indecentes podrán sumar clics porque la indecencia abunda y se nutre de sí misma en las redes sociales, pero mejor es lograrlos mediante un periodismo lo más decente y digno posible, que cada vez es más necesario ante tanta inmundicia de falsedades y vilezas.

DdA, XXI/6194

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