martes, 7 de octubre de 2025

MILEI REPITE PAYASADA DE ROQUERO


 Eduardo Fabregat

La palabrita de moda es cringe, pero hay que volver a las fuentes: lo que da es vergüenza ajena. También podría decirse que el payasesco espectáculo del Movistar Arena da risa, si no fuera porque el bufón principal es el responsable de hundir cada día más en la miseria a este pobre país. Pero al cabo lo que demuestra Javier Milei con su penosa performance escénica es -otra vez- su absoluta desconexión con la realidad. Como Aldo Rico allá lejos y hace tiempo intentando apropiarse de Los Fabulosos Cadillacs, el "primer mandatario" no entiende absolutamente nada del sentido original de las canciones que elige destrozar. Nunca entendió (difícilmente le interese) las convicciones de La Renga -no solo con "Panic Show"-, menos aún puede comprender qué sintetizó Charly García en "Demoliendo hoteles". 

Es posible imaginar el azoramiento y la furia del pueblo rockero frente a semejante falta de respeto a años de resistencia lírica y musical a los mismos horrores que hoy encarna este gobierno. Pero habrá que hacer de tripas corazón y evitar caer en la trampa de su provocación. Verlo como una pésima imitación de Capusotto u Olmedo sacando la lengua a los gritos en el sketch de Alvarez y Borges. Cualquiera puede ponerse una camiseta rockera y fingir que es del palo, pero en una cultura que detecta con eficacia las imposturas seguirá siendo solo un pobre tipo posando de rebelde. Un meme del Sr. Burns con gorrito. Por todos los medios, habrá que ahorrarle al pobre Charly el sinsabor de ver y escuchar lo que se ha cometido con una de sus canciones emblema. Mientras tanto, esperar y trabajar para que pasen estos tiempos de ignominia y vergüenza ajena, en los que una sala repleta de aplaudidores desconectados de la realidad festeja otro dislate de la gente sin swing.

EL BIZARRO RECITAL, SEGÚN THE GUARDIAN

El bizarro recital de Javier Milei antes de presentar su libro La construcción del Milagro repercutió en los medios internacionales con críticas unánimes. Uno de los más ácidos fue el diario británico The Guardian, que tituló “Quemando la casa: Milei se hace pasar por estrella de rock mientras la economía argentina se desploma”. La nota explica que “su promesa de llevar a la Argentina a una nueva era de prosperidad naufraga entre conflictos económicos, escándalos internos y creciente descontento social” y subraya que “fue una puesta en escena más cercana al espectáculo que a la política, en un contexto marcado por ajustes que golpean a jubilados y hospitales, y una fuerte caída del peso”, y definió la presentación como un hecho surrealista. Según The Guardian, el líder libertario "subió al escenario en Buenos Aires con la esperanza de salir de la depresión cantando", mientras miles de seguidores coreaban su nombre en un estadio que antes había recibido a figuras como Liam Gallagher y Megadeth. El diario británico reconstruyó el clima del evento con ironía: "Milei se deleitó con la adulación, levantando los brazos enfundados en cuero y tomando un sorbo de agua antes de continuar con su repertorio de nueve canciones". Y agrega: "El populista sudamericano de pelo desaliñado, ex líder de una banda tributo a los Rolling Stones, parecía querer huir de la realidad de su propio gobierno".


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1 comentario:

cineforumgijon dijo...

Sería de risa si no estuviese tanta buena gente padeciéndolo, si no lo hubiese votado tanta gente, si los Kirchner (Néstor y Cristina) no hubiesen hecho tanto daño a la izquierda...

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