Lazarillo
Leídas algunas críticas adversas y vistos algunos avances sobre el nuevo filme de Alejandro Amenábar, con Miguel de Cervantes como protagonista durante su mocedad cautiva en Argel y sus relaciones homosexuales con su captor, me parece que este Lazarillo no se sentirá llamado a ser espectador de la película en los cines de pago, por más que la promocionen masivamente. Cierto que también he leído alguna crítica favorable e incluso encomiástica, como la muy amistosa de Pérez Reverte, pero no les tengo ninguna confianza. Sí en los términos en los que se expresa mi estimado Paco Faraldo, con el que suelo coincidir en gustos de pantalla y que coincide a su vez con otras críticas: "Amenábar- Abenámar, el día que tú naciste grandes señales había y nos ofreciste aquella película conmovedora con la que nos internamos mar adentro en compañía de Ramón Sampedro. Qué tiempos. Ahora resulta que después de una temporada de promoción basada casi exclusivamente en agitar el morbo acerca de las tendencias sexuales de D. Miguel ( algo que debería importarnos incluso menos que la biografía de Mar Flores), nos traes este artefacto cinematográfico-televisivo de cartón piedra que no cautiva en absoluto, rebosa artificiosidad y sufre de un guion flojísimo que disimula sus carencias para articular el relato, introduciendo innecesarias e inexplicables incursiones en lo fantástico. Me temo que somos muchos los que te pediremos que olvides a Cervantes y te vuelvas al Romancero".
DdA, XXI/6102
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