Félix Maraña
España roja
Televisión Española
nos quita a Belén Esteban
y programas que se llevan,
porque, dicen, ya no mola
y Belén se queda sola,
falta de sueldo y cariño,
como la pobre Patiño,
que no hacen más que llorar.
¿Dónde van a trabajar?
Vuelva el gallego Calviño!
¿Cómo llenar el vacío
de las tardes en España?
Desde el Cid no hubo otra hazaña,
ni conquista, ni navío
ni programa como el mío,
musita a solas Belén
mientas fríe en la sartén
muslos de pollo al ajillo.
España ha perdido el brillo,
aquel brillo del satén.
Desde que España ya es roja,
desde que da paridad
y presume de igualdad,
desde que luce de roja,
desde la cárcel Pantoja
y se maldice el toreo,
no sé por qué pero veo
que todo va de cabeza,
que nadie se despereza
y aquí te silva el más feo.
Ese social-comunismo,
que sólo piensa en la Rusia,
esa España color fussia,
invadida de turismo,
de ateos sin catecismo,
de falsos curas y monjas,
esa España sin lisonjas
que Franco nos regaló.
Uvas de Vinalopó,
mosto en tinajas y esponjas.
Porque yo soy de las de antes,
apenas pisé la escuela,
si te duele, que te duela
chica algo ruda, sin guantes.
He tenido mis amantes,
de los cuales he vivido,
o les gusta como he sido
o los mando de paseo.
No los soporto si veo
que no calientan mi nido.
DdA, XX/6057
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