Félix Población
De vez en cuando, mi querido amigo Jacint Torrents, con el que me une una amistad de más de medio siglo aunque nos separe la distancia que media entre nuestros lugares de residencia, tiene la amabilidad de mandarme informaciones y opiniones muy valiosas que se publican en los periódicos de Cataluña, como es el caso de la recibida ayer a propósito de un libro y un autor que desconocía. El libro se titula El mundo después de Gaza (Galaxia Gutenberg), es de reciente publicación, y el autor es el escritor indio Pankaj Mishra (1969). Tanto a uno como a otro habrá que dedicarles la atención que merecen después de leer las respuestas de Mishra en la entrevista publicada recientemente por el diario La Vanguardia, en la que denuncia nada menos que la bancarrota moral de Europa y Estados Unidos.
En El mundo después de Gaza, su autor no deja de analizar el papel jugado por Israel para blanquear la presencia del nazismo en la República Federal Alemana después de la Segunda Guerra Mundial. También, el cínico uso del Holocausto para el mito del "mundo libre" en el transcurso de la llamada "guerra fría". Hay una brutal campaña en Europa Occidental y Estados Unidos para evitar las críticas a Israel y a sus defensores, afirma el escritor. Se debe tener en cuenta cuando desde Europa se acusa a Trump de destruir las normas internacionales. El asalto a esas reglas, a la libertad de expresión y a la decencia moral son anteriores al presidente Trump. La represión en Europa -asegura Pankaj Mishra- a los críticos de Israel y al genocidio es más fuerte que en ningún momento desde el nazismo. Se puede advertir en Alemania, sobre todo. Se ha llegado a encerrar a supervivientes del Holocausto porque protestaban contra el genocidio en Gaza. Úrsula von der Leyen se convirtió en una fanática partidaria de Israel y sigue rechazando las solicitudes de alto el fuego que vienen de España e Irlanda.
En el libro explica su autor que la hipocresía de Alemania tiene sus raíces en la posguerra, cuando los nazis se incorporaron a la nueva democracia y la elite alemana se hizo filosemita, admiradora de los judíos por el hecho de serlo. Ese filosemitismo, según Mishra, y una estrecha relación con el nuevo Estado de Israel fueron cruciales para la absorción de Alemania en la comunidad occidental de naciones. Hacía respetable a Alemania a pesar de tener a un montón de nazis en los estratos más altos de la vida pública. Ahora Alemania es el principal proveedor de armas de Israel después de Estados Unidos, con sus efectos en la pérdida de respeto al país en el sur global por su menor participación en el colonialismo occidental. Alemania nunca fue identificada como potencia colonialista por asiáticos y latinoamericanos. Esa imagen se ha hecho añicos por su papel en el genocidio de Gaza.
A la pregunta que le plantea el periodista de La Vanguardia sobre la existencia de un hilo conductor entre los genocidios judío y palestino, el escritor indio responde afirmativamente: "Lo que intento decir en el libro es que el hecho trágico de la historia moderna es que el sufrimiento de los pueblos sometidos a genocidio, judío o palestino, ocurre porque hay personas y países que persiguen su propio interés bajo el mando de poderosas clases dirigentes que no tienen piedad. Siempre hay gente que abandonará los principios democráticos y morales si eso les ayuda a avanzar en su carrera. Un ejemplo es del actual jefe de la OTAN, Mark Rutte. Cuando era primer ministro de de Holanda intentó suprimir las pruebas de los crímenes de guerra israelíes porque sabía que, si no lo hacía, los americanos no lo elegirían para dirigir la OTAN".
Pankaj Mishra se muestra más pesimista que Omar Al Akkad, que ha escrito también sobre el mismo tema, respecto a la pasividad o o complicidad de Europa en lo que ocurre en Gaza, porque Omar cree que llegará el momento en que todos dirán que estaban en contra del genocidio, tal como titula su libro: "Para mí -dice Mishra- , la culpa metafísica pesará sobre aquellos de nosotros que somos impotentes para cambiar la situación, aunque lo intentemos. La culpa metafísica no la sienten las personas en posiciones de poder e influencia que han legitimado el genocidio. Ahí está el peligro. Creo que vamos encaminados hacia un momento en el que la gente poderosa será capaz de ocultar completamente este episodio. Para las clases dirigentes de Europa, y por supuesto de Estados Unidos, reconocer que apoyaron un genocidio es casi imposible. No sucederá. Así que solo pueden intensificar y redoblar la represión. Por todas partes se ven signos de un creciente autoritarismo. Y una vez que te embarcas en este camino no hay vuelta atrás. Incluso el Reino Unido se está convirtiendo en una sociedad autoritaria y represiva. Así que estamos entrando en un mundo realmente peligroso donde la gente va a mentir aún más obsesiva y agresivamente de lo que lo han hecho hasta ahora".
Mishra cree que estamos encaminados hacia tiempos extremadamente sombríos, tanto en Europa como en Estados Unidos: "Es demasiado fácil culpar a Donald Trump y J.D. Vance. Tenemos que mirarnos a nosotros mismos en Europa y ver que la propia Europa está ahora mismo en una crisis muy profunda que es tanto moral e intelectual como geopolítica, diplomática, económica y militar. Es demasiado fácil decir que Putin amenaza a Europa y que, por lo tanto, debemos unirnos y defender la libertad y los derechos humanos. Europa ya se percibe, ante el resto del mundo y ante la mayoría de la población humana, como un actor de profunda mala fe. Para la gente en el sur global hay muy poco que elegir entre Vladimir Putin y Ursula von der Leyen, u otras personas que son partidarias fanáticas de un genocidio. En el mundo de hoy no hay una sola figura de la talla de Bertrand Russell o Jean-Paul Sartre, como en su día, que haya denunciado el genocidio. Ahora tenemos, o más bien carecemos, de una figura como Jürgen Habermas, quien está completamente de acuerdo con el genocidio israelí en Gaza. No solo estamos viendo un colapso político en Europa, sino también un colapso intelectual y moral".
PS. Quedo a la espera de recibir el libro para comentarlo tan a fondo y al detalle como sugieren las declaraciones expuestas por su autor.
DdA, XXI/5.936
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