Lazarillo
El asesinato de Isaac Rabin tuvo lugar en la noche del 4 de noviembre de 1995, una vez finalizada la concentración en la Plaza de los Reyes de Israel de Tel Aviv de una concentración que respaldaba los acuerdos de paz de Oslo. Fue entonces cuando un ultranacionalista israelí llamado Yigal Amir acabó con la vida del Primer Ministro israelí, según fuentes oficiales. Encarcelado desde entonces, Amir solicitó en 2017 un nuevo juicio alegando que no fue él quien disparó sobre Rabin. Fue ese año cuando pidió un permiso temporal para salir de la cárcel por razones familiares que no se le concedió. Dos años después, Netanyahu rechazó la teoría de la conspiración en relación con el asesinato de su predecesor. Estas imágenes de la aludida concentración, en las que el Primer Ministro asesinado canta la Canción de la paz, están muy lejos de ser las del actual gobierno israelí presidido por Netanyahu. Todo lo ocurrido desde entonces contribuye a pensar que aquel asesinato tenía como fin la realidad que actualmente soporta el pueblo palestino. Del camino de la paz se ha pasado al camino del exterminio. Cabe preguntarse si quien fue condenado por aquello ha tenido alguna posibilidad de exponer en los medios sus argumentos afirmando que él no fue quien disparó.
DdA, XXI/5.943
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