jueves, 19 de diciembre de 2024

CUANDO TRABAJÉ DE STRIPPER EN UN FESTIVAL CONTRA LA PORNOGRAFÍA



Álvaro Noguera

Cuando se llega a esta etapa de la vida, que no se sabe si está en el tiempu de descuento, en la prórroga o en la tanda de penaltis, pero que por ahí va el tema, y aunque dicen que la distancia es el olvido, recuerdo los años aquellos de lanzase a un mundo de aventures y de peligros. Ya vos conté cuando trabajé de especialista en el cine doblando a los actores en les escenes sedentaries y cuando había que arrimar material con la mocina. La verdad ye que no me comí una rosca a marches forzades, porque no me reconocíen los méritos y no tenía enchufe, que todos los papeles me los quitaba un muertu fame llamau Antonio Banderas (Antoni Senyeras pa los que lo hablen en la intimidá), un envidiosucu de mierda, que queréis que vos diga. Pero siempre fui muy de perseverar, y seguí en el tema y como algo tien el agua cuando la persiguen, llegome la oportunidad cuando me ofrecieron trabajo de stripper en un festival contra la pornografía, que al final fue suspendido por estar el aforo vacío hasta los topes. Luego estuve en un acuario de ventrílocuo con pirañes, recitando el poema del Mío Cid en morse, y ya para finalizar, engrasador de bisagres en los teitos de la Pornacal, donde mi jubilé. Juro que todo esto es verídicamente apócrifo, salvo algunes coses que tampoco son verdad, o vaya Vd. a saber. Actio semel extincta non reviviscit, que decía El Fari.

DdA, XX/5.855

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