Tal como está otra vez el país, con el retorno al debate de la actualidad política de la corrupción bipartidista, y teniendo en cuenta la dignidad con la que se ha desenvuelto Podemos en esta materia frente a todos los infundios que tanto los medios de la derecha como la progresía mediática publicaron, era de prever que un libro de Irene Montero haciendo escrupuloso balance de toda una década contra su partido y toda una legislatura contra su ministerio de Igualdad tuviera el éxito del que tenemos constancia. La obra está ya entre las más vendidas y se prepara una segunda edición. Este Lazarillo considera que el libro, a pesar de su escritura algo apresurada, no defraudará a quienes lo lean y sean capaces de estimar como premisa básica que nunca un partido, en su corta historia, ha tenido tan temprano éxito electoral como tantos y tan repetidos ataques mediáticos y políticos, además de law fare, esto es, procedimientos jurídicos con fines de persecución política, desacreditación o destrucción de la imagen pública e inhabilitación de un adversario político.
Celso Miranda
Me diréis que es "café para muy cafeteros", y es posible que así sea. También es verdad que los denominados medios de comunicación han extraído con sagacidad de tiburones las perlas más morbosas del texto. Pero, a caballo entre un informe de gestión del Ministerio de Igualdad y un desahogo personal, y salvando las distancias, este libro recuerda por momentos a "Comportarse como adultos", las memorias políticas de Yanis Varoufakis como Ministro de Economía de Grecia y sus cuitas contra la Troika. La ley del sólo sí es sí se convirtió en la caja de Pandora para Podemos en la figura de Irene Montero, que pasará a la historia por sus fotos en soledad o con Ione Belarra, frente a extraños y, más dolorosamente, propios. Hay quien dice que con esta ley Podemos (y su ministra) se cavaron su propia tumba, por enfrentarse demasiado a los poderes establecidos (judicatura, gobierno, empresas de comunicación,...). Se puede contraponer que otros ministros, también aupados al poder por Podemos, no estuvieron a la misma altura y por eso pasaron la prueba de lo políticamente correcto. En todo caso, tanto Irene como Podemos se resisten a la muerte tantas veces pronosticada, también de múltiples puñaladas propias, que son las que más duelen, sin duda alguna. No se trata aún de bailar sobre la tumba de algun@, tampoco de renegar de la autocrítica, pero la única manera de poder transformar las cosas es no claudicar. Y no avergonzarse, nunca, de luchar. Efectivamente, algo habremos hecho para que se nos quiera tanto en algunos foros. "Seguro estoy requetemal / debo sufrir algo extraño / pues ni la hiel ni el desengaño / me dan razón de funeral". Tomaos un café y un respiro. Para volver a coger impulso.
DdA, XX/5.832
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