miércoles, 2 de octubre de 2024

NO MÁS VIOLENCIA EN EL FÚTBOL MASCULINO



Félix Población

Esos partidos de fútbol que antes se llamaba de "máxima rivalidad" porque contendían dos equipos de la misma provincia o región y que ahora se suelen llamar a la inglesa (derbys), se están convirtiendo a medida que pasa el tiempo en citas cada vez más inseguras. A los hinchas más extremistas los suelen escoltar la policía antes del partido. Los medios de información deportivos suelen deparar a esos prolegómenos  una atención desproporcionada que, más que dar carácter noticioso al hecho deportivo, calienta la perspectiva del posible conflicto entre quienes pueden provocarlo. Esta vez el protagonista del despropósito ha sido un sector del público (los cronistas de antes lo llamaban respetable) incondicional del Atlético de Madrid. De los insultos, totalmente aberrantes contra el adversario coreados por ese sector gritándole al portero del equipo rival ¡Courtois, muérete!, se pasó por parte del algunos energúmenos al lanzamientos de objetos contra el portero del Real Madrid en cuanto este equipo marcó su primer gol, de tal modo que el partido hubo de ser suspendido por el árbitro. Ahora se está a la espera de la sanción contra el club  Atlético de Madrid, sin que se excluya el cierre del estadio por varios partidos. Ignoro si en la sanción se incluirá al entrenador del equipo, que ha tenido la desfachatez de señalar como provocador al portero del Real Madrid por celebrar el gol de su equipo mirando a la grada, cuando Courtois fue la víctima, que podría haber resultado herida por el incívico comportamiento de quienes lanzaron los objetos contra él. Simeone, de quien tenemos como referencia la fotografía que ilustra este comentario y la filosófica frase "partido a partido", no debió pronunciar nunca estas palabras, que al parecer ha ratificado: "Para mí, sanción al que provoca. Así, equilibramos. No está bien lo que pasó, pero no ayudamos como protagonistas cuando provocamos a la gente y la gente se enoja. Nosotros tenemos que tener calma y saber en qué situaciones podemos festejar un gol, mirando a la tribuna no está bien. La gente no se enoja sola, se enoja por algo y nosotros ayudamos a que la gente se enoje". Puede ser que el mucho dinero que gana estos señores les haga creer que tiene impunidad para decir lo que les plazca.

Alguien, comentando la fotografía que he elegido para ilustrar este artículo, ha escrito que la burda y zafia gestualidad de Simeone en otro partido distinto al que comento va dirigida a la afición de su equipo (por sus valores genitales), no a la del adversario, como queriendo quitar bochorno a una imagen que lo tiene sea quien sea el destinatario. La simiesca apostura de este entrenador tan cojonudo está de más en el fútbol de nuestros días, sobre todo ahora que disfrutamos de una selección femenina campeona del mundo, dándonos el gusto de espectáculos mucho más reconfortantes, gratificantes y depurados, tanto por parte de las futbolistas como del público. Todo club y todo estadio con energúmenos del tipo de los que se hicieron notar con violencia en el estadio del Atlético de Madrid debe ser sancionado con el mayor rigor.

DdA, XX/5.786

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