viernes, 13 de septiembre de 2024

ANA FRAGA IRIBARNE, LA HERMANA COMUNISTA DEL MINISTRO DE FRANCO



Félix Población

No sabemos cómo llevaría Ana Fraga Iribarne el asesinato del joven Enrique Ruano, al ser lanzado al vacío desde las dependencias policiales el 20 de enero de 1969, pero de seguro que como sindicalista de Comisiones Obreras la hermana del entonces ministro Manuel Fraga Iribarne, Ana Fraga Iribarne, se indignaría con la versión que éste dio a la prensa. El que luego sería fundador de Alianza Popular (Partido Popular más tarde) gestionó una intoxicación oficial sirviéndose del diario ABC, dirigido por Torcuato Luca de Tena, según la cual Ruano había manifestado en su diario personal tendencia suicidas, versión que de inmediato publicaron al dictado el resto de diarios. El propio Fraga llamaría a la familia del joven para amenazarla por las protestas y dudas generadas por su versión.  

Si recordamos este caso es para resaltar que así como Manuel Fraga Iribarne tuvo una larga e intensa vida política en la dictadura y una vez fallecido el dictador, tanto como líder político del Partido Popular como por su dilatada presidencia al frente de la Xunta de Galicia, no encontraremos en Wikipedia noticia alguna de su hermana Ana Fraga Iribarne, autora de varios libros, activa sindicalista y -a juzgar por las obras escritas y su contenido- comprometida feminista.   

En 1998 publicó De Criseida a Penélope. Un largo camino hacia el patriarcado clásico y tres años después, en la misma editorial (Horas y horas) De Electra a Helena: la creación de los valores patriarcales en la Atenas clásica. De esta última obra muy documentada se nos diceLa mujer discriminada por la razón de su género y no por su clase social es el centro de acción de muchas piezas trágicas, siendo la tragedia y la comedia el lugar privilegiado de análisis de los valores morales y de las realidades sociales. De Electra a Helena informa los relatos, las tesis, los personajes de las obras de Esquilo, Sófocles y Eurípides en cuyas obras predominan las figuras negativas de la mujer: Clitemnestra, infiel y traidora, Helena lasciva y adúltera, Electra matricida, Medea celosa y vengativa, Fedra adúltera y traidora, Hermione orgullosa... Naturalmente estos valores patriarcales nacen de unas determinadas coordenadas sociales, jurídicas y económicas y es en el teatro usado a modo de laboratorio donde la autora intenta ver con una investigación meticulosa la profunda relación entre sociedad y representación teatral.

En el epílogo de esta obra ofrece la autora como propuesta reflexiva final, una vez analizada la constatación de los valores patriarcales en la ciudad griega a través de las obras más importantes de sus clásicos, la necesidad de reforzar la convicción de la posibilidad de cambio de esos valores que con una nueva perspectiva se nos presentan como contingentes, no eternos.

Como sindicalista, Ana Fraga Iribarne estuvo detenida en tres ocasiones en los años sesenta, según leemos en el libro de Nicolás Sesma Ni una, ni grande, ni libre. La dictadura franquista (ed. Crítica). Estimaba primordial la conciencia de clase y creía necesaria la unidad sindical, tal como informaba el diario Informaciones, que publicó el 13 de enero de 1977 el resumen de una entrevista publicada a su vez en el semanario Gaceta Ilustrada. Esta revista debió de considerar, meses después de que su hermano dejara de ser ministro de Gobernación (Interior) y vicepresidente segundo del Gobierno bajo la presidencia de Carlos Arias Navarro, que Ana Fraga era una persona digna de atención mediática,  habida cuenta que, durante la gestión de don Manuel en el citado ministerio, se registró un grave repunte de la represión. A fin y al cabo fue don Manuel el que dijo entonces aquello de "la calles es mía".  Cinco obreros abatidos por la policía armada en Vitoria, en marzo de 1976, fue el más sangriento de los hechos represivos, vivo aún en la memoria histórica de esa ciudad. 


Lógico parece con estos precedentes que diez meses después Ana Fraga Iribarne manifestarse a Gaceta Ilustrada: "Yo creo que los cambios tienen que venir por la lucha política. Pero ahora mismo no hay perspectiva de un cambio muy radical". Faltaba a su juicio fuerza en la oposición y voluntad de cambio en el Gobierno. En cuanto a su hermano, lo veía muy coherente con lo que ha sido siempre, no me parece que haya cambiado mucho, ni poco, ni nada. Para ella, Manuel Fraga es una persona que dentro de las derechas busca un camino posibilista Cuando ha visto que la cosa estaba más o menos para una reforma y le parecía que podía ser el líder, en el sentido de ponerse al frente, asumió ese papel

A don Manuel no le debieron de sentar nada bien estas declaraciones de su hermana, pues cinco días después Diario 16 publicó una noticia de agencia en la que se recogían otras del propio exministro franquista que parecían ser una réplica no muy fraternal, con un titular a dos columnas en el que afirmaba Mi hermana me ha perdido el respeto, un respeto que al parecer le tenía, añadiendo a continuación: "Cuando se entra en el Partido Comunista se suele prescindir de la familia y otras cosas más". No obstante, aseguró don Manuel tener un gran respeto y simpatía por su hermana, "aunque tenemos discrepancias". 

Es muy significativo del periodo histórico que vivimos desde la instauración de la democracia hace casi medio siglo, una vez fallecido el dictador, que Manuel Fraga Iribarne haya pasado de ser un ministro represor del franquismo y posfranquismo a una figura política del régimen político del 78, uno de los padres de la Constitución y líder carismático de la derecha, al que se le rindieron muchas páginas y obituarios a su muerte. Mientras que de su hermana Ana, sindicalista, feminista y luchadora contra la dictadura, apenas nos quedan unos pocos datos, un para de libros y la constancia de su lucha por una ideas que su hermano reprimió. Actualmente tiene 91 años y reside junto a su marido, que fue también abogado Comisiones Obreras, en su Galicia natal.

DdA, XX/5.769

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