Félix Población
Si en la Franja de Gaza no se estuviera perpetrando un genocidio a cargo del Estado de Israel contra el pueblo palestino, en el que la mayor parte de las victimas asesinadas son mujeres y menores, cobraría mayor relevancia lo que a la sombra de esa gran masacre también es otra masacre, con más de 600 palestinos asesinados en Cisjordania, donde Hamás no existe, desde el pasado 7 de octubre.
Todas esas víctimas forma parte del balance de asesinatos cometidos por las tropas israelíes y los miles de colonos armados con los que el Estado de Israel va repoblando ese territorio que según el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) pertenece al pueblo palestino. Fue el pasado 24 de julio cuando este tribunal dictaminó que los asentamientos de colones en Cisjordania violan el derecho internacional, por lo que exigió al Estado de Israel detener los asentamientos y evacuar a los colonos, así como reparar los daños ocupados a los palestinos afectados por la ocupación.
En su lugar, estamos asistiendo en las últimas semanas a un cada vez mayor número de asesinatos por parte de los colones y el ejército israelí, hasta el punto de que podría pensarse que el gobierno de Netanyahu, tal como alguna vez prometió éste, podría estar valorando la posibilidad de hacer en Cisjordania lo que está perpetrando en la Franja de Gaza, visto que Occidente no sólo no pone objeción al genocidio gazatí sino que lo respalda con más armamento. Así ocurrió tras la visita de de Netanyahu a la Casa Blanca y el posterior asesinato de los líderes de Hamás y Hezbolá.
El Tribunal Internacional de Justicia determinó que la explotación de los recursos naturales palestinos y la política de construcción de asentamientos equivalen a una anexión permanente de impide la autodeterminación de los palestinos, por lo que instó a los Estados miembros de la ONU a no reconocer como legal la presencia israelí en los territorios ocupado, tal como ha ocurrido, con el voto en contra de Israel y EE.UU. El TIJ dictaminó igualmente que las restricciones de movimiento impuesta por el Estado de Israel a los palestinos, con un muro de la vergüenza de ocho metros de altura que Alemania en este caso respeta, la demolición de sus casas y la destrucción de sus olivos, constituyen actos de discriminación sistemática que violan el tercer artículo del Comité para la Eliminación de Discriminación Racial, relativo al crimen de apartheid. En Cisjordania viven casi tres millones de ciudadanos palestinos.
Como todos esos dictámenes del TIJ se los pasa el Estado de Israel por el forro, sirviéndose también como excusa de la lucha antiterrorista, cuatro ciudades de Cisjordania han sufrido recientemente el mayor ataque armado israelí en las últimas dos décadas. Algún ministro de Netanyahu ha llegado a hablar ya de una posible evacuación de la población palestina en ese territorio. Dos partidos representan en ese gobierno los intereses de los colones que ocupan el 40 por ciento de Cisjordania, disponen de rifles de asalto, armas cortas y explosivos, y son un auténtico lobby caracterizado por su rencoroso racismo y supremacismo sionista.
Si ya en el ejecutivo israelí se empieza a hablar de una evacuación temporal de residentes palestinos en Cisjordania en un supuesto contexto de guerra, estamos mucho peor de lo que Gaza está dejando como testimonio de una barbarie de la que estamos siendo cómplices. Si Israel es el pueblo elegido de Dios, cómo será el elegido por Satán, dicen que dijo George Bernard Shaw. Su gobierno ha deshumanizado a otro pueblo, al que asesina por miles, y está teniendo la suficiente influencia para deshumanizarlo también a la vista del mundo. Un mundo, el nuestro, incapaz de reaccionar ante un genocidio del que venimos teniendo noticias en directo desde hace casi un año mientras hacemos la digestión.
DdA, XX/5.754
No hay comentarios:
Publicar un comentario