jueves, 25 de julio de 2024

LA LEICA DE CONSTANTINO SUÁREZ

El sobrino de Suárez con su cámara y una fotografía de los dos en los años sesenta

Félix Población

Es muy de celebrar que gracias al Proyecto Suárez, un magnífico trabajo de investigación periodística sobre la obra del gran fotógrafo gijonés Constantino Suárez, su directora, la periodista Leonor Suárez, haya podido localizar a un sobrino de quien aportó el legado gráfico más importante a la historia de su ciudad durante su actividad profesional en las décadas anteriores a la Guerra Civil y durante el transcurso del conflicto en Asturias. 

José Antonio Garay, sobrino del fotoperiodista y residente en Bilbao, pudo completar de ese modo el valioso depósito de miles de negativos que se encuentra en el Muséu del Pueblu d'Asturies.  Entre las setenta fotografía que José Antonio Garay ha depositado recientemente en el citado centro, correspondientes a la Revolución de Octubre de 1934 y a la Guerra Civil -algunas de ellas inéditas-, el museo ha recibió en concepto de préstamo temporal la cámara Leica con la que Suárez realizó su magnífico trabajo. 

Hasta que no se localizó a este familiar del fotógrafo, se carecía de imágenes de Suárez correspondientes al periodo en el que no pudo ejercer como profesional, después de haber pasado muchos años encarcelado en la prisión de El Coto, en donde ya había sido internado al final de la guerra por haber trabajado en el diario socialista Avance. Su segunda y más larga reclusión (quince años) se debió a la acusación de haber conspirado con la guerrilla asturiana, de la que también dejó constancia con esa misma y excelente cámara alemana que pone colofón a su importante legado y que también manejaron importantes reporteros gráficos del periodismo de guerra.

Como cabía esperar de quien llevó a cabo una labor profesional muy comprometida con el régimen constitucional republicano, el recuerdo que guarda su sobrino de Constantino Suárez es del un hombre que mantuvo siempre una coherencia de pensamiento firme hasta sus últimos días (1899-1983). Bien merecido tiene por esa trayectoria que gracias al Muséu del Pueblu d'Asturies su gran legado de fotografías ilumine la intrahistoria cotidiana del pasado de su ciudad, como si las historias que nos contaron nuestros padres y abuelos cobraran vida en sus imágenes. 

Otra hubiera sido la suerte de ese legado con la actitud indiferente que mostró en su día ante el mismo el Ayuntamiento de Gijón y la Consejería de Cultura del gobierno autonómico.

DdA, XX/5.716

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