Que se lo digan a las familias de los muertos y desparecidos en las cunetas del olvido, a las de los de los miles de encarcelados, exiliados, desterrados, represaliados. Vaya el tal Trapiello a decírselo a los descendientes de todos ellos, hábleles de guerras civiles "justas y necesarias", como hizo la santa madre iglesia y escuchamos en los colegios e institutos los que fuimos educados en la dictadura cuando en las misas se oraba por nuestro "jefe de estado Francisco". Que casi noventa años después y cuando todavía están bajo tierra, sepultadas como alimañas por su verdugos impunes, las víctimas del régimen que forzó aquella guerra, este Trapiello la califique de "justa y necesaria" no merece más que desprecio por su crueldad.
Manuel Rico
Leo la última entrega en La Lectura de Andrés Trapiello. En ella parece alcanzar una cota más en su pulsión revisionista de la historia de España, especialmente de los años de la II República. Hace 32 años publicó "El buque fantasma", una novela en la que, en aquel 1992, ya apuntaban algunos rasgos ideológicos que se han ido destapando en los últimos años a pesar de que entonces se le suponía una vocación progresista. De hecho en la novela se filtraba en parte su experiencia como militante maoísta en la Universidad. Pues bien, en mi libro "La ficción y la vida" incluyo un artículo que escribí en 1992 a propósito de la novela y que decidí no publicar porque entendí que podía herir susceptibilidades y malinterpretarse. Pasado el tiempo y visto el desdén y las fobias que el escritor aludido suele desatar contra quienes compartimos una visión de la historia y de la realidad presente progresista, integradora, pluralista y abierta, y nos comprometimos a fondo por la libertad de este país, rescaté el artículo sobre aquella novela. Era (es) muy duro, absolutamente sincero y a contracorriente de lo que entonces se escribió a propósito de la misma. El capítulo lo titulé "Una novela de Andrés Trapiello", págs. 199 a 205, del que ofrezco una página. Pese a ello no imaginaba que aquel escritor acabaría afirmado que nuestra Guerra Civil "fue justa y necesaria" entre otras lindezas de corte parecido.
DdA, XX/5.707
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