viernes, 19 de julio de 2024

ARONDEUS Y BELINFANTE, UN ESCRITOR Y UNA CHELISTA HOLANDESES CONTRA LA OCUPACIÓN NAZI


Félix Población

Ayer tuve ocasión de ver el film documental Desafiando a los nazis, cuyo título original Willem & Frieda responde más a su asunto. Dirigido por John Hay y presentado y narrado por el escritor y actor británico Stephen Fry, cuenta una historia contra la resistencia nazi en los Países Bajos protagonizada por el pintor y escritor homosexual Willem Arondeus (1894-1943) y la violonchelista lesbiana Frieda Belinfante (1904-1995), la primera mujer que dirigió una orquesta en aquel país. 

Se trata de una película de poco más de una hora de duración en la que se cuenta con el testimonio de la propia Frieda Belinfante a través de una entrevista realizada antes de su fallecimiento. En ella cuenta que para disponer de dinero al objeto de financiar los miles de falsos documentos de identidad con los que salvaron a miles de judíos de los campos de exterminio, solicitó la ayuda del científico y empresario Henry Heineken. Como éste objetara que los ocupantes alemanes fiscalizaban sus cuentas, a Frida se le ocurrió que podría comprarle su chelo, un instrumento que no valdría más de mil euros (al precio de hoy) y que Heineken adquirió por el equivalente a 125.000.

En el film se cuentan las sucesivas tentativas del grupo de artistas resistentes al que Arondeus pertenecía para destruir el edificio del registro civil en Ámsterdam sin causar víctimas, dado que allí existían copias de los documentos de identidad que ponían en peligro a quienes se beneficiaban de los carnés falsos. Lograron su objetivo, destruyendo la mitad de la documentación, pero casi todos los saboteadores fueron detenidos y ejecutados, entre ellos el propio Willem Arondeus. No le ocurrió lo mismo a Frieda Belinfante, que hubo de disfrazarse de hombre para evitar su identificación y localización. Logró salir del país, al que regresó en 1947, para acabar residiendo en Estados Unidos, donde dirigió otra vez una orquesta.

El pintor y escritor holandés mostró un comportamiento que en el film se califica de heroico durante el juicio, reivindicando para los homosexuales la valentía de la que él mismo dio pruebas haciéndose único responsable del sabotaje. Llaman especialmente la atención, al final del documental, las imágenes en las que los homosexuales de aquel país fueron desalojados violentamente del homenaje realizado en memoria de la resistencia en 1980, al tratar de colocar una corona de flores en memoria de Willem Arondeus.

Especialmente conmovedor es el sacrificio que hubo de hacer el escritor neerlandés separándose de su amante, un jardinero de ascendencia judía llamado Jan Tijssen, con el que vivió siete años en Róterdam en unas circunstancias económicas muy adversas. Dada su vinculación con la resistencia, Arondeus prefirió que Tijsen  retornara a su pueblo una vez ocupado el país por los alemanes. Se calcula que de los 140.000 judíos que había en los Países Bajos antes de la ocupación en 1940, 25.ooo se mantuvieron en el país ocultos y protegidos en todo tipo de escondrijos. La mayoría de los restantes tuvo un destino más aciago en los campos de exterminio nazis.

Nunca se volvieron a ver Willem y Jan, pero posiblemente nunca se olvidaron. Antes de ser ejecutado, el escritor dejó a nombre de su amante una modesta herencia de 500 florines y éste puso a su primer hijo, una vez casado, el nombre de Willem. Su historia y la de Frieda, con una vida no menos intensa, se prestan a una película de creación del que este documental con guion de Ric Carmichael bien podría ser una pauta histórico-biográfica. Tanto el espíritu de resistencia al totalitarismo nazi de Arondeus como de Belinfante son dignos de admiración y memoria, sobre todo en nuestros días, cuando reverdece aquella peste en Europa.

DdA, XX/5.710

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