jueves, 20 de junio de 2024

LA DE PRADA, UNA NOVELA PARA LECTORES DE ABC Y SIMILARES



Félix Población

Creo que Juan Manuel de Prada es uno de los escritores que actualmente maneja mejor el idioma común a esta España nuestra. En un país donde están tan mal escritos los periódicos -el ABC donde colabora Prada incluido- y donde tantos y tan malos libros se publican cada año, una nueva novela del escritor crecido en Zamora siempre es digna de celebración, aunque se disienta -como en mi caso- con el pensamiento del autor o, como es el caso, con la visión que nos da de los exiliados republicanos en Francia, vistos por el personaje (falangista) que sirve de narrador de la historia. Me parece que Prada, en lugar de escribir una novela que pudiese atraer a todo tipo de lectores -como ocurre con algunos de sus excelentes artículos en el citado diario y también con algunas de sus novelas anteriores-, ha preferido dirigirse a los incondicionales de ese periódico y a los que ceban su ideario en los medios de la derecha y ultraderecha española en general. De seguro que van a sentirse muy satisfechos leyendo las consideraciones de Fernando Navales -personaje recuperado de Las máscaras del héroe- acerca de renombradas y prestigiosas figuras de la cultura republicana en los tiempos en que París estaba ocupada por los nazis. Personalmente, si continúo leyendo la primera parte de este voluminoso libro -porque además tendrá una segunda no menos voluminosa- es porque el autor maneja un castellano digno de encomio y no me puedo resistir al encanto que en ocasiones respira su estilo narrativo, pródigo en un rico vocabulario, muy suculento por su expresividad y fonética. Por lo demás, después de haber leído más de 200 páginas de Mil ojos tiene la noche. La ciudad sin luz -algunas a vuela página- , me parece que la historia no me interesa lo suficiente como para que me gusta, por lo que la lectura no pase de voluntariosa, sin poder asegurar si llegaré al final, como siempre hice con las novelas de este autor. Por más que se le dediquen entrevistas en periódicos, estudios y platós*, creo que ha sido más la ambición de Juan Manuel de Prada por hacer una novela textualmente grande que la enjundia de su contenido lo que le ha movido y nos ha dejado. Leído lo que llevo y espero seguir leyendo por si debo corregir o matizar este comentario, es de temer que este escritor, a quien un día apadrinó Umbral por haberle encalabrinado con su librito Coños, centre su próxima novela en la Guerra Civil, porque no cabe duda de que también ese será un libro para complacer al mismo tipo de público que de seguro está disfrutando con este.

*Aconsejaría a Juan Manuel de Prada rebajar un poco el nivel de vanidad y autocomplacencia que exhibe públicamente cuando lo entrevistan, similar al de Umbral o Cela en sus días, pero posiblemente esto sea un imposible en un país donde los literatos deben demostrar que lo son a base de ese porte infatuado con el que expenden titulares para vender sus libros. 

DdA, XX/5.684

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