jueves, 16 de mayo de 2024

EL PRESIDENTE DEL REAL MADRID ASESINADO QUE NO ESTÁ EN LA WEB DEL CLUB


Lazarillo

Los restos mortales del que fuera presidente del Real Madrid entre 1937 y 1938, Antonio Ortega Gutiérrez, (1888-1939) permanecen en una fosa común en el cementerio municipal de Alicante. Antonio Ortega fue un militar que en el transcurso de la Guerra Civil estuvo al frente de la Dirección General de Seguridad (DGS) con el gobierno de Juan Negrín. Llegó a ascender al rango de coronel, dirigiendo varias unidades del Ejército Popular de la República. Durante la contienda, Ortega ocupó el cargo de presidente interino del Madrid Fútbol Club, nombre que el equipo adoptó durante la República, eliminando el adjetivo «Real» que le había otorgado el Rey Alfonso XIII en junio de 1920. Fue el décimo dirigente en la historia del club blanco. Tras la victoria de los sublevados, Ortega se fue a Alicante para formar parte del exilio republicano que embarcó en ese puerto. Sin embargo, según la investigación publicada por el periodista Frederic Porta y el historiador Ramon Usall, fue capturado por las tropas franquistas y trasladado al campo de concentración de Los Almendros. Antonio Ortega es el único presidente que ha estado al frente de la casa merengue que no consta como tal en la web oficial del club, según leemos en el el diario Información, aunque el Real Madrid sí tiene como presidentes de honor al primogénito de Alfonso XIII y a su nieto el rey huido, ahora otra vez de regatas en Sanxenxo. De hecho, se puede observar un salto entre su antecesor, Rafael Sánchez Guerra (1935-1936), y su sucesor, Adolfo Meléndez (1939-1940). Sometido a un juicio sumarísimo, Antonio Ortega fue ejecutado a garrote vil el 15 de julio de 1939 a la edad de 51 años. Su cadáver fue depositado en una de las fosas comunes situadas en el cuadro 19 del cementerio municipal de Alicante donde todavía permanece junto a 52 hombres más, según datos de un informe realizado por el Consell. En marzo de 2022, el gobierno autonómico del Botànic licitó los trabajos para comenzar a actuar en dicha fosa común. La empresa adjudicataria detectó que, además de los restos de 52 personas de la época de represión franquista, había más enterradas encima de ellos, probablemente depositadas antes de los años 80, cuando el acceso a los nichos quedaba limitado a la capacidad económica de cada uno. Este descubrimiento encareció las actuaciones y la empresa decidió renunciar, a pesar de que el Consell había aumentado en un 20 % el contrato sin éxito alguno, según ha explicado a este diario el concejal de Patrimonio de Elda y exdirector general de calidad democrática de la Generalitat, Iñaki Pérez. Las fosas comunes de los sublevados y las web del histórico club coinciden en trabajar para el olvido de la memoria democrática.

Información DdA, XX/5.645

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