viernes, 26 de abril de 2024

MALA GENTE QUE CAMINA Y VA APESTANDO LA TIERRA



Félix Población

Un día después de que se estrenara el Cuatro TV el nuevo programa de Sistiaga Otro enfoque, que trató sobre la polarización política con Miguel Ángel Rodríguez y Pablo Iglesias como invitados -sin que su director y presentador hiciera memoria sobre los orígenes de esta lacra-, la televisión pública invitó ayer a su programa En primicia al comunicador que más bregó y sigue bregando por la crispación política en España. 

Jiménez Losantos, que llama a TVE la tele de Sánchez, es a juicio de la dirección de esa casa uno de los trece periodistas relevantes y singulares que han pasado y pasarán por el programa que presenta Lara Siscar. Es como si, a falta de la documentación no manejada por Sistiaga para rastrear los comienzos de la polarización política en España, antes incluso del 11-M, la televisión pública nos quisiera recordar, calificándolo como periodista relevante, a quien, a través de una cadena de emisoras de la iglesia católica, fue pródigo como muñidor de bulos e infamias, alentó teorías conspirativas sobre la mayor tragedia terrorista ocurrida en la historia de este país, no dejó de utilizar el insulto desde los micrófonos y hasta se permitió amenazas de muerte en alguna ocasión con total impunidad. 

Nada de eso forma parte de la trayectoria profesional del resto de los profesionales del periodismo que, con una carrera dilatada, sí pueden resultar de interés para un programa de entrevistas en profundidad sobre su trayectoria. Me estoy refiriendo a Raúl del Pozo, Rosa Montero, Pepa Bueno, Miguel Ángel Aguilar, Nativel Preciado, Jesús Maraña o Rosa María Calaf, entre otros. 

Que el protagonista de la entrevista de ayer en el programa de Siscar se crea, según sus propias palabras, que tiene por misión decir la verdad, podría interpretarse como un desequilibrio psicológico, a no ser que su hipocresía haya llegado a un grado de fatuidad que no conoce límite, con tal de defender su protagonismo mediático, que tan bien le ha ido partiendo de unas colaboraciones en el Diario 16 de Pedro Jota cuando era profe de instituto, para llegar a empresario de la comunicación como dilecto e idolatrado predicador de la derecha más reaccionaria. 

Me parece que fue Alaska, una de las intervinientes en el programa, quien definió mejor a su amigo, con el que lleva decenios colaborando. Ciertamente, Losantos como comunicador es una bestia, pero una bestia nefasta para la convivencia democrática. Sólo hubiera hecho falta recurrir a la fonoteca o videoteca para ilustrar hasta qué punto se ha caracterizado este individuo como vocero del odio en los últimos treinta años, consciente -porque a Federico no se le puede negar cultura- de lo que una práctica  mediática de ese tenor puede hacer reverdecer en un país cuya historia está marcada por sucesivas guerras civiles, con el colofón brutal de la última con su consiguiente y larga dictadura.

Me consta que como exprofesor de Lengua y Literatura a Federico Jiménez le suena estos versos de don Antonio Machado: Mala gente que camina/ y va apestando la tierra. Pues eso.

DdA, XX/5623

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