Félix Población
Se conoce por escribano el nombre vulgar que reciben algunas aves por mostrar sobre la cáscara de los huevos trazos y puntos que recuerdan los de la escritura. De ahí viene el nombre de escribano palustre, una de las aves más amenazadas de la península, pequeña, tímida, huidiza, que se alimenta de semillas, arañas e insectos en labradíos, pastos cercanos, campos de barbechos y humedales, ámbitos en los que habita. Según el último censo, las pocas parejas que quedan vuelan en silencio hacia la extinción ya que a nadie parece preocuparles la pérdida de su canto y, al ser tan pocas las parejas sobrevivientes, ya no necesitan marcar su territorio entre ellas. Ya no cantan porque ya casi no están, nos advierten desde la asociación SEO/BirdLife. Ese silencio que describe la desaparición del escribano palustre es una advertencia no advierte a su vez de la gran amenaza que se cierne sobre los humedales, unos espacios indispensables para la vida humana, animal y vegetal que se están quedando sin agua por la sequía y la sobreexplotación de las actividades humanas. A la desaparición del escribano palustre también está colaborando la intensificación de la agricultura, que lo deja sin hábitat ni alimento. SEO/BirdLife ha presentado a las administraciones una estrategia nacional de conservación para mantener con vida y porvenir al escribano palustre, para ello es indispensable la recuperación de los humedales y el aumento de parejas reproductoras. El silencio del escribano palustre puede ser una llamada de alarma para advertirnos de lo que puede comportar la desaparición de nuestros humedales. La ausencia de su canto puede alertarnos de las extinciones que vengan, incluida la nuestra, por la falta de conciencia medioambiental que nos toca y parece que no sabemos enmendar, antes bien al contrario.
PS. Una recomendación a propósito de este artículo para quienes se interesen por el mundo de las aves: la lectura del libro de Jennifer Ackerman "El ingenio de los pájaros", que revela sus asombrosas capacidades cognitivas.
DdA, XIX/5.494
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