Félix Población
Estamos asistiendo, sin posibilidad de hacer más que manifestar en las calles nuestra más enérgica repulsa a tanta barbarie, al capítulo más brutal de los protagonizados por el Estado de Israel con objeto de desalojar a la población palestina de su tierra. Un caso de genocidio de manual, dice Raz Segal.
Llevamos tres cuartos de siglo siendo cómplices de esta invasión paulatina por la situación de dependencia que nuestro país tiene de la OTAN y Estados Unidos, sin que parezca que todos los empeños para hacer posible un Estado palestino den resultado alguno. Lo único que ocurre y se consolida es el avance y ocupación por parte del Estado de Israel de más territorio perteneciente al pueblo palestino. Sólo hay que comprobarlo viendo los mapas de 1948 y los de ahora.
En la última semana y media, el Estado de Israel está ocasionando al pueblo palestino la mayor de las masacres, con centenares de niños, mujeres y ancianos muertos, en represalia por los asesinatos cometidos por Hamas ante la insólita ineficacia de los poderosos servicios de inteligencia israelíes. Ayer nos enteramos, para colmar aún más la indignación de quienes no podemos sustraernos a mostrar nuestra solidaridad con el pueblo palestino, del ataque a un hospital de Gaza en el que se habían refugiado dos mil personas, acuciadas por la necesidad de proteger sus vidas de los bombardeos israelíes.
El número de víctimas mortales puede superar el medio millar. El Estado de Israel culpa a las milicias de la Yihad Islámica de esta masacre al lanzar desde Gaza un misil que cayó por error en el propio hospital*. Esta información carece de fundamento, no sólo porque la Yihad la ha desmentido sino porque Israel lleva en su haber más de 3000 víctimas mortales -en su mayoría civiles, DE LOS QUE SON MAYORIA A SU VEZ MUJERES Y NIÑOS*- en sólo diez días de ataques aéreos y tratar de culpar al adversario de esta nueva y masiva matanza más parece un aberrante ejercicio de cinismo.
La sociedad europea en general y los ciudadanos de cada país en particular deberían llenar las calles día tras día ante estas descomunales acciones de barbarie armada contra la población civil de un pueblo al que el Estado agresor ha bloqueado los servicios de subsistencia. Ciento de camiones con víveres y medicinas llevan días esperando en la frontera con Egipto porque el gobierno israelí impide su acceso a la Franja de Gaza.
En este contexto, la Liga de Fútbol de España actúa con contundencia cada vez que una bandera de solidaridad con el pueblo palestino aparece en un estadio. Ya lo hizo en su día sancionando a un futbolista palestino de un equipo de primera división por mostrar esa solidaridad en su camiseta interior. ¿Por qué la Liga de Fútbol de España expulsa y multa el pasado domingo a un espectador por mostrar la bandera de Palestina en un estadio cuando nunca hubo problemas con la bandera de Ucrania, otro país invadido? ¿Llega también hasta los estadios de fútbol de España el poder del Estado de Israel?
Un lector con una biografía digna del máximo respeto y consideración escribió ayer en el diario israelí Haaretz: "El actual aplanamiento del gueto de Gaza recuerda el aplanamiento del gueto de Varsovia hace 80 años. Sucedió cuando yo era un blanco fácil con una estrella amarilla en Dachau KZ. Sobreviví sólo para llegar a la misma conclusión que Gideon Levy** en este artículo: “No hemos aprendido nada”. Y yo añadiría: “Y nunca lo haremos”. Parece que tendremos que renunciar a la raza humana. Eso es todo".
*Es muy importante este dato que ratificaría la intención genocida del Estado de Israel.
**Se sirve para ello de un vídeo que data de 2022.
**Comenta un artículo de este periodista en el citado diario.
NOTICIA DE AL JAZEERA
Las fuerzas israelíes bombardean zonas de Gaza donde dijeron que fueran 1 millón de personas
Decenas de palestinos han muerto en ataques aéreos israelíes en el sur de Gaza. Muchas de las víctimas eran familias que huyeron del norte de Gaza después de que Israel les ordenara que se marcharan por su propia seguridad.
DdA, XIX/5.472
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