Lazarillo
En España, al menos, quienes tienen la decencia o el humano proceder de mostrar en las actuales circunstancias una bandera en solidaridad con el pueblo palestino, masacrado por el Estado de Israel a razón (sinrazón) de centenares de asesinatos cada día, se les multa y expulsa de los estadios, tal como ocurrió hace días con un joven aficionado del Eibar. Esa sanción en Glasgow sería un tanto dificultosa, a juzgar por la masiva proliferación de enseñas palestinas con la que los seguidores del Celtic colmaron las gradas de su estadio durante su reciente enfrentamiento con el Atlético de Madrid. Se trataba de un partido de la Liga de Campeones del que, lógicamente, informaron los medios de comunicación españoles con la cobertura habitual en estos casos. Para muchos de los que nos centramos en la noticia de la solidaridad con Palestina del públicos escocés, el resultado final fue lo de menos, pero para no pocos informadores de nuestro país lo importante se centró en el resultado, dejando en muy segundo lugar u obviado incluso algunos la lección de solidaridad que permitió a los aficionados del histórico club expresarse libre y masivamente contra la masacre que está sufriendo el pueblo palestino. Me gustaría pensar que en la próxima jornada de liga en España podría cundir el ejemplo del público escocés, pero me parece que va a ser que no.
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